La atención temprana de la depresión puede prevenir intentos de suicidio o su consumación. Desde el año 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, han promovido cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de concientizar a nivel mundial que el suicidio puede prevenirse.
El suicidio es un problema de salud pública importante pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Desde que la OMS declaró al COVID-19 como una pandemia en marzo de 2020, más individuos experimentan pérdida, sufrimiento y estrés. La prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza. Acercarse a los seres queridos por su salud mental y su bienestar podría salvarles la vida.
El suicidio es un evento que afecta a nivel mundial. Cada año se suicidan casi un millón de personas, lo que equivale a una persona cada 40 segundos, sin tomar en cuenta que por cada muerte por suicidio se estima que hay 20 intentos.
Un dato importante es que alrededor del 79% de los suicidios en la región ocurren en hombres. La tasa de suicidio en varones es más de tres veces superior a la de las mujeres. Otro dato preocupante es que el suicidio constituye la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad. Cada vida perdida representa el dolor de un amigo, padre, hijo, abuelo o compañero de alguien.
Es importante mencionar algunas de las causas y conductas de las personas que se encuentran en estado de depresión y ansiedad, para saber en qué momento deberíamos intervenir o prestar mayor atención. Algunas conductas suicidas son:
·En los niños y adolescentes, influyen factores como la historia psiquiátrica familiar, enfermedades mentales, la pérdida de un ser querido, la depresión, aislamiento social, abuso de drogas y alcohol.
·Para las mujeres y hombres, suponen las relaciones con otras personas, violencia doméstica, el estrés en el ámbito de la familia, enfermedades mentales, abuso de alcohol y drogas, entornos familiares problemáticos.
·Para las personas mayores, cuentan factores como la depresión, el dolor físico a causa de una enfermedad, el aislamiento social y familiar.
No obstante, cada persona vive un universo concreto que habría que analizar, para determinar cómo ayudarle a superar la etapa por la que está pasando y evitar las conductas suicidas.
Al igual que las causas, es importante detectar las señales de alerta del suicidio, aunque no siempre se puede saber si alguna persona está pensando en el suicidio, pero hay algunas señales de alerta que pueden hacer sospechar:
·Habla acerca del suicidio, o expresar frases como "desearía no haber nacido", "quisiera estar muerto", o similares.
·Intenta obtener medios para hacer efectivo el suicidio.
·Retraimiento extremo.
·Cambios de humor.
·Preocupación por la muerte.
·Sentir impotencia y desesperanza ante una situación.
·Abuso de alcohol y drogas.
·Cambios en la rutina normal.
·Hacer cosas autodestructivas e imprudentes.
·Despedirse de las personas como si fuera a ser definitivo.
Si observa alguna o varias de estas señales, trata de hablar con la persona, ofrece tu ayuda y anímala a pedir ayuda a profesionales.
En México, la Comisión Nacional contra las Adicciones cuenta con una línea telefónica de ayuda llamada “Línea de la Vida” (800 911 2000) la cual funciona las 24 horas de los 365 días del año a nivel nacional, cuyo objetivo es brindar apoyo emocional a las personas que lo requieren y recibir un tratamiento adecuado sobre los problemas asociados al consumo de sustancias psicoactivas y de salud mental.
“Trabajando Juntos para Prevenir el Suicidio”
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