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16 de junio. - 1890: Nace Stan Laurel, el “Flaco”, del Gordo y el Flaco


Inglés de nacimiento y cómico por convicción, Stan Laurel fue y será, por siempre, “El Flaco” de El Gordo y El Flaco. Nació el 16 de junio de 1890, en un pueblo de Lancashire, pero pronto se trasladaría al noreste de Inglaterra. Sus padres formaban parte del mundo del teatro y, a la edad de 16 años, Stan Laurel se adentró en él, iniciando su carrera como actor.


Stan fue Chaplin por un tiempo, porque era su sustituto; con él se fue a América, con suerte dispar porque, mientras para Chaplin fue el comienzo de una carrera fulgurante; para Stan, aquel viaje no tuvo nada de particular, salvo que conoció a un tal Oliver Hardy, con quien hizo una película que pasó sin pena ni gloria.


Stan Laurel regresó a Inglaterra, mientras Chaplin iniciaba su exitosa carrera en el cine mudo. Pero el flaco no tardó más de un año en regresar a Estados Unidos, ya para quedarse. Allí pasó unos años, haciendo teatro hasta que finalmente retomó su carrera cinematográfica, re-encontrándose con Oliver Hardy, el “Gordo”, e iniciando su época dorada como artista, con la exitosa serie de “El Gordo y el Flaco”.


Llegó el éxito en Estados Unidos, en Inglaterra y en el resto de Europa. Su gira por el viejo continente y sus inolvidables películas con Oliver Hardy, eran “El Gordo y el Flaco”, hasta que los avatares de la vida pusieron fin a su cómico dúo. Mientras su vida profesional discurría así, Stan Laudel se casó 5 veces, aunque dos de ellas con la misma mujer, y dejó, definitivamente, el mundo de la actuación tras la muerte de Oliver Hardy; pues no quiso volver a actuar sin él. Además, su salud comenzó a experimentar un declive importante, debido a una diabetes que lo llevó a una silla de ruedas, y a un cáncer, que le fue diagnosticado meses antes de fallecer debido a un ataque cardíaco.


Se despidió de este mundo el 23 de febrero de 1965, a los 74 años, en Santa Mónica, California, no sin antes recibir, en 1960, un Oscar honorífico a toda su carrera. Hoy, aún lo recordamos a través de sus siempre sonrientes palabras.

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