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18 de julio.- Aniversario luctuoso de Benito Juárez Por: Akin Salver





El 18 de julio de 1872, en Palacio Nacional, murió el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Benito Juárez García, víctima de una angina de pecho. Aquel caudillo civil se había convertido en el símbolo de la protección de las instituciones republicanas y del Estado de derecho -fundados en la Constitución de 1857-, así como de la defensa de nuestra soberanía frente a la agresión extranjera. 

Al amanecer del día siguiente, el trueno del cañón anunció a los habitantes de la ciudad de México que se había apagado la luz de quien, por tantos años, guio a los mexicanos en la adversidad y en la consolidación de la nacionalidad. El cadáver fue conducido al gran salón de Palacio en cumplimiento de una vieja ley y una multitud desfiló para ver el cuerpo de aquel hombre tan admirado por unos, como aborrecido por otros. 

Por mandato de ley tomó posesión del poder el Lic. Sebastián Lerdo de Tejada, entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, cuyo primer acto de gobierno consistió en decretar luto nacional por la muerte del prócer. 

El día 23 el cuerpo embalsamado fue conducido al panteón de San Fernando por una escolta militar encabezada por los soldados del 1º Batallón de Infantería, antes llamado “Batallón Supremos Poderes”, y que durante la Segunda Intervención Francesa había acompañado al presidente Juárez en su largo y accidentado peregrinar, salvándole la vida en más de una ocasión. Además del solemne aparato militar, el cortejo fue acompañado por una gran multitud. 

Terminó el entierro y a las dos de la tarde de ese día sonó el último de los cañonazos que desde el día 19 se habían disparado cada cuarto de hora para anunciar a la República que había dejado de existir el tenaz defensor de la nacionalidad mexicana. 

El pueblo mexicano lo recuerda como forjador del país que hoy somos y su visión como estadista se resume en una frase: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. 

El Hemiciclo a Juárez es un cenotafio de la Ciudad de México, ubicado en la Alameda Central del Centro Histórico, sobre la Avenida Juárez, una de las más importantes arterias de la capital de México. Honra al gran patricio mexicano, cuyos restos reposan en el Panteón de San Fernando.


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