Siempre recordó cuando la televisión hizo la entrada en su vida como uno de los más importantes sucesos de toda su carrera. Mientras asistía a la Northwestern High School, comenzó a trabajar en programas para niños. Su tarea era la de crear marionetas para entretenerlos, pero poco a poco esto se fue convirtiendo en una pasión que llevaría aún mientras se enrolaba en la University of Maryland.
La WRC-TV le pidió que hiciera marionetas para un show de 5 minutos que debía ser pasado los domingos por la mañana. Sus creaciones fueron los primeros Muppets, entre los cuales ya existía la inmortal Rana René (Kermit the Frog). Al contrario de los títeres de la época, Henson creía que estos personajes debían tener vida y poder mostrar más sentimientos. Se casó con Jane Nebel, quien lo ayudaba a crear los personajes de los Muppets. En 1963 se mudó a Nueva York donde creó y fundó la Muppets Inc. y contrató empleados que lo ayudaran en la creación de nuevos personajes. Entre ellos Frank Oz fue su mano derecha y mejor amigo. En 1969 la cadena Children’s Television Workshop le pidió que se uniera al elenco de “Sesame Street”, (Plaza Sésamo) un innovador programa para niños.
Inmediatamente todos sus personajes se volvieron los más populares del momento, siendo hasta el día de hoy recordados e idolatrados por generaciones enteras. Entre ellos: The Cookie Monster, Big Bird, Bert y Ernie entre otros. Los Muppets entonces comenzaron a invadir no solo las pantallas de televisión, sino todo tipo de formatos, como obras en Broadway, especiales de navidad y cine. En 1979 se estrenó la primera película de los Muppets en el cine, dejando un impresionante margen de ganancias de más de 65 millones de dólares solo en los Estados Unidos. Henson ayudó a otros como George Lucas dentro de la creación de personajes para “Star Wars” como el Maestro Jedi Yoda. En 1989 decidió venderle su compañía a The Walt Disney Company. El negocio cerró en 150 millones de dólares.
El 16 de mayo de 1990 Henson falleció a causa de fallas pulmonares, con solo 53 años. En su funeral, como él mismo lo pidió, nadie vistió de negro, y se celebró como una fiesta, con una banda de jazz y muchas de sus creaciones presentes.
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