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Dolores Asúnsolo López-Negrete, conocida profesionalmente como Dolores del Río, actriz que intervino en decenas de películas mudas y sonoras, en Estados Unidos, México, España, Italia y Grecia; así como en la televisión, la radio y montajes teatrales. Triunfó en la meca del cine norteamericano en las décadas de los años 20 y 30, del pasado siglo; y se convirtió en una de las figuras más relevantes de la época de oro del cine mexicano en los años 40 y 50, siendo, además, la inspiración de numerosos pintores.
Nació el 3 de agosto de 1905, en Durango. Debido a una posición económica y social fuerte, fue criada como aristócrata, viajando por el mundo, recibiendo educación en Europa y en el extranjero. Desde niña tuvo talento natural para la danza, lo que la llevó a conocer al escritor Jaime Martínez del Río, con quien se casó cuando ella tenía 15 años de edad. A la gran celebración, asistió el productor norteamericano Edwin Carewe, quien quedó deslumbrado con su belleza. Carawe convenció a Dolores para establecerse en Hollywood, donde se convertiría en diva de la pantalla grande. Instalada en Estados Unidos, Dolores se divorció de su esposo.
Fue a petición del director Emilio Fernández, en 1943, que la actriz protagonizó la exitosa cinta Flor Silvestre, lo que la convirtió en una celebridad en México. En el mismo año, protagonizó otro éxito, María Candelaria (1943), también dirigida por “El Indio” Fernández. Consolidada ya como una de las máximas figuras del cine mexicano, la actriz volvió a participar en cintas norteamericanas como The Fugitive (1947) y Cheyenne Autumn (1964)
Durante los años 50 y 60, participó en teatro y televisión en México, Argentina y en Estados Unidos, además de protagonizar cintas exitosas como Bugambilia (1944), La malquerida (1949), A donde van nuestros hijos (1956) y, por supuesto, La cucaracha (1958), donde alterno con la otra diva de México, María Félix.
En 1978, la actriz anunció su retiro. El 12 de abril de 1983, Dolores falleció en Los Ángeles, dejando un legado espectacular y una vida, tanto trágica como gloriosa.
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