Cafeteando

Rebelión en la Finca

El Choco, el mega asesor presidencial, después de un largo viaje en carruaje, desde el zócalo hasta Palenque, tomo el tren Maya con escala en la parada La Chingada; nombre de la finca de su patrón; el cacique Andrés, presuroso entra en la quinta, pide una escalera grande y otra chiquita, para subir al cielo a la cima del árbol la ceiba, preferido del dueño del predio, la adorna, de colores, rojos, azules, amarillos, naranja, morado, señal de fumar la pipa de la paz con sus adversarios, es Navidad y la armonía debe prevalecer en la Granja Nacional. El olor a guayaba, a naranja, mandarina, jamaica, a ponche; con su dosis de caña de Mahuixtlán, conquistan el olfato del fiel Choco. Las piñatas, llenas de ilusiones cuelgan para ser quebradas a punto de la noche buena.

El benefactor tropical, descansa en una hamaca que cuelga de uno de los árboles de la estancia, con un buñuelo en mano, se deleita el paladar a sorbos de su bebida preferida, chocolate Chío de manufactura de la casa: “Choco ya terminaste los adornos del patio de la casa?” - Pregunta el monarca Andrés, y con una voz de eco de obediencia el autodidacta asesor, le contesta: “Sí, ya está todo arreglado como usted lo ordeno mi Sr., la lista de invitados ya confirmada, vienen todos, gabinete legal y ampliando, solo Monreal no llega, se va de vacaciones a Veracruz, lo invitó Cuicaras a cenar, ya ve que son grandes amigos… y hay amor y paz entre ellos…”

- le comenta el fiel servidor – “Perfecto mi Choco, este día nada de pleitos, nada de confrontación, por ello, suspendí la mañaneras, solo amor mucho amor y más amor…” - “Su mensaje franciscano me conmueve, es de aliento y esperanza” - contesta el Choco. “Solo que hay un grave problema en el gallinero mi Sr.” – “Dime qué pasa”, con voz imperativa señala el Bolívar del sur. “Se amotinaron las gallinas, los guajolotes, los patos y los cerdos, los guía un ganso, que a picotazos me saco y dio un ultimátum, que dice lo siguiente: No será cena de navidad, ni de año nuevo, la culpa la tienen sus ancestros por dejarse atrapar, la culpa toda es del pasado, no hay diálogo, no hay acuerdo; piden consulta para ser guisos de navidad, que se instalen centros de votación y que todos los de la granja deben votar; y que si no hay respuesta, se van de mojados en caravana a USA, por falta de respeto a sus derechos políticos de sobrevivencia, firman todos los que viven en la Granja; es lo que dice el escrito de protesta mi Sr.”, termina la lectura el obediente Choco.“Uffffff, y recontra uffff, y ahora ¿Qué hacemos? no habrá cena, estamos requetemal, como está el País, de seguro fueron asesorados, por ese tal Lorenzo, es un complot en mi contra que no haya cena de navidad, ni de año nuevo y aquí en mi finca, si no hay consulta entonces tendré que mandar todo a La Chingada”. Enfurecido el Presidente, le incrimina al Choco: “Esto es intervención de los conservadores, que no quieren que cene y espere a Rodolfo el Reno y a Papá Noel”.

“Así es mi Sr., no hay salida, no hay recursos, piden maíz pa’ su consulta y ni transgénico hay, ya ve hay huelga en el gallinero, “Qué hacemos pues? interroga el fiel servidor Choco.

“Ni encuesta, ni sondeo aceptan, solo consulta o primarias, dice un pato traído de Zacatecas…, o se van con Marcos, el tal Guillen de Tamaulipas... Bueno, pue si está la Granja en rebeldía; solo acusarlos por ultrajes a la autoridad no hay de otra, cena habrá, porque habrá, he dicho, detenerlos ya, son unos delincuentes, detenerlos ya!” - se oye desde la hamaca Presidencial.

Mientras, son peras o son manzanas y se entere el Senador y los libere por violaciones al debido proceso, el Choco, nos invita a cenar en paz y disfrutar en familia y en armonía una bella Navidad, tarareando una canción de posadas decembrinas…”Buenas noches venimos señores la rama les viene a cantar, les viene a cantar sus honores a ver que les puede usted dar, naranjas y limas, limas y limones, más linda es la Virgen que todas las flores.

Caminando por la izquierda