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Cafeteando - A volar Peje

J.C. Krausse


Es un día importante para la 4ª Deformación y el estreno del piloto aviador Andrés Manuel y su copiloto Choco, ante las huelgas de las aerolíneas, de no aceptar volar en el nuevo Aeropuerto Felipe Ángeles, el diestro conductor aéreo náutico, comandante Peje, inaugurará con un vuelo internacional la innovada terminal aérea, cuyo costo de 116 mil millones, más lo que se acumule en la semana. Sin conexiones terrestres, solo en carreta tirada por bueyes podrás llegar del Benito Juárez al Felipe Ángeles... y para comer, ahí en la fonda de garnachas y tamales con atole y café, atendido por la tía Concha, comadre del Presidente y oriunda de mérito Comalcalco Tabasco.


21 de marzo natalicio de Benito, el uniformado peje con lentes Ray-Ban, sube por las escalerillas de la línea Coviasa; piloteará un P321neo, matrícula XA _ López, de 240 pasajeros, su destino Caracas Venezuela, con un tiempo de llegada de 7 horas sin escalas, viaja solo él y su asesor, los pasajeros prefieren no volar, temen caer en el mar o se acabe la turbosina; los precios altos, culpa de los gobiernos neoliberales conservadores, y de los Eurodiputados por hacer la guerra injerencistas, golpistas, malandros, borregos, piojosos imbañables.


“Buenos días teniente Choco, la mañana con sol, entró la primavera y como ves, ahora soy presidente y piloto y tú mi fiel servidor, tomaste el curso de vuelo por correo y ahora copiloto; ante todo lealtad y no capacidad”, comenta el Salómon Tropical. “Gracias mi Sr. de 20 estrellas, ¿ya prendo el aparato y a volar?” pregunta el asesor Choco.


“Tu tranquilo, ten cuidado con el cerro, ya ves que los aviones se repelen pero mejor pásalo rozando y vamos requetebien, la gasolina controlada a 30 pesos, la inflación también subió pero bajará, como el petróleo sube y baja y los demás tranquilos, sin problemas; el Bronco en el bote se lo pedí a Samuel”, dicta el piloto aviador en su primer vuelo. “Vamos bien, está bueno este rol aéreo, pondré el piloto automático y nos echamos una pestaña, ¿cómo ve mi Presidente?”, responde el súper asesor.


“Pue’, tu decide, tu manejas esta nave, yo no sé, ni para que tantos botones, ni entiendo, solo haz escala en Palenque, se me antojó unos tamales de chipilin, ya ves que no hay alimentos ni bebidas por recorte presupuestal y la línea aérea cumple con la austeridad; bueno no así, mi hijo José Ramón”, diserta el tlatoani aerodinámico.


El copiloto Choco, requetefeliz, despistado entre las nubes sin saber aterrizar, extraviado como el sexenio de López Obrador, en el éxtasis estelar, canta una rola de Magneto “…Vuela vuela, no te hace falta equipaje, vuela vuela, nadie controla tu imagen, vuela vuela…”


Caminando por la izquierda...




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