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Cafeteando - Por J. C. Krausse


El sargento Peje.-


Un presidente Andrés Manuel, con su uniforme de gala, héroe de las tres batallas, 2006, 2012 y 2018, con sus botas de milico, que brillan como su sexenio. Como no recordar cuando fustigaba con su mordaz lengua, que México no se militarizara, que el ejército debe de estar en sus cuarteles, que darle poder a las fuerzas armadas era un camino a la Dictadura.


Ahí están, sus discursos son públicos, al igual que, Manuel el del fraude del 88 y Mario Delgado Presidente de Morena, el que acusa a la oposición de traición a la patria, en no darles poder a la milicia, ahora que son Gobierno, se contradicen y niegan su propia historia.


“Mi comandante supremo de las Fuerzas armadas, le queda el color verde olivo” comenta el fiel asesor Choco. “Me lo hizo un sastre de Tabasco de Casimir tropical, ya le pedí una guayabera militar para ir a tono con Don Luis, el de la frase célebre ‘arriba y adelante’ mi fiel amigo y ferviente servidor. Con decirte que, pue’ cómo no tengo mayoría calificada en las cámaras del Congreso, voy a emitir un decreto, para que la Guardia Nacional pase a formar parte del ejército”.


“Mi Mariscal, ¿pero no viola la Constitución que usted juró guardar y hacer guardar y respetar en su toma de posesión como Presidente de la República de Anáhuac?” pregunta un Choco pensativo.


El comandante Chico Che, Chico de miras y Che porque se siente que reencarnó en el Che Guevara, le dicta a su asesor: “No”, de forma iracunda, “gobernaré con decretos, es mi decisión, por eso soy el comandante Supremo de las Fuerzas Armadas… Y solo el ejército me sostiene, por eso les di chamba de albañiles, carpinteros, aduaneros, ferrocarrileros, aviadores y su lana extra”.


“Uffff, esperemos que no lo traicione el ejército o utilice la fuerza contra la oposición en el 24, por retener el poder presidencial y a la 4T”. Reflexiona un Choco.

Mientras el Choco se pone su casco, se siente Juan Garrinson, personaje de la serie televisiva de los Polivoces de los 70, y ya entrado en estado etílico en el bar La Soldadera, ahí en algún lugar del barrio de la Peralvillo, canta una rola: “…Cuando estuve en el ejército, me encontré un sargento enérgico, con el uno y con el dos marchen AMLO yaaaaaa…”.


Caminando por la izquierda: militarizar al País, solo en los sentimientos de un presidente Dictador.





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