Estamos acostumbrados a admirar a los colibrís en pleno vuelo, moviéndose de flor en flor. Su ritmo es de hasta 70 aleteos por segundo y son los únicos que pueden estar suspendidos o volar hacia adelante o hacia atrás. Pero también se posan y reposan de vez en cuando. Este estuvo por nuestra oficina por varios minutos.
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