Por: Alejandro García Rueda
Durante los últimos dos años, he experimentado algunos cambios, muchos de ellos relacionados con las creencias, con mis convicciones, con nuevos hábitos o con aprender cosas nuevas.
A todos nos pasa tener días buenos, días malos o días frustrantes. Cada quien tiene sus recursos para inspirarse, relajarse y reflexionar pero la pregunta que hoy te hago es ¿Cómo te comprometes con la generación de un contexto favorable?
La motivación es como el baño, dura 24 horas y hay que empaparse en ella primero considerando un motivo. Es decir, ¿por qué hago las cosas? La respuesta debe ser poderosa porque con ella creas, construyes y alientas.
Si eres parte de un equipo o diriges uno, deberías entender que todos integran un clan en el que cada persona tiene competencias y que merece la pena potenciar las distintas habilidades y capacidades que hay a disposición.
Una vez que eres consciente de lo que aporta cada integrante, puedes comunicar mejor las acciones y valores de la organización que representan y entender sus necesidades los hará sentirse tomados en cuenta.
Ahora bien, si un elemento falla, regularmente recurres a otra persona que posee quizá las mismas características, pero ten cuidado de no abusar, mejor recompensa a quienes alcancen metas y objetivos porque eso los impulsará a ser mejores.
El clan debe llegar a la meta ¿Cierto? No permitas que tu equipo se quede a medias, recuerda que la motivación debe aumentar, jamás disminuir.
Con lo vivido en los últimos años considero que la manera en la que piensas, sí tiene poder sobre la forma en la que suceden las cosas y pone en tu camino situaciones que vibran en la misma frecuencia. Más allá de la metafísica, de las vibras o de las energías, la realidad es que todo funciona mejor cuando atraes lo que quieres y si eso lo compartes con un grupo de personas, ¡Imagina lo que puedes conseguir!
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