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De las notas del cortador


Con un invierno que parece primavera, el ambiente en la finca se hace ideal para el corte de café que en las zonas altas está en su apogeo. Ha iniciado un nuevo ciclo, pero en el campo no tiene mucho de diferente, ya que en las fincas se valoran más las estaciones que marcan los ciclos agrícolas. Se escucha el bullicio con la presencia de los cortadores que hacen de su tarea un verdadero carnaval de alegría y aromática captación. Ya concluyó el jelengue citadino de las celebraciones tradicionales. Sin embargo, el viejo sabio de las melgas, el anciano cortador que le ha dado casi 90 vueltas al sol y se mantiene estoico, ese ya se prepara para las festividades del Santo Entierro de Cristo en Teocelo, el último domingo de enero y de ahí brincarle a la Candelaria a Cosautlán el 2 de febrero, a ver si se puede echar un trago de alambique.


Un grupo de chiquillos que acompañan a sus padres en la noble y estoica actividad de cortar café, con frecuencia siguen a todas partes al maestro de las laderas para retarlo con preguntas, sabiendo de su conocimiento, sapiencia y erudición, todo eso adquirido a base de leer, preguntar, observar, meditar, escuchar y amar el universo. Uno de los mozalbetes con cierta malicia y entre sonrisas inocentes, le pregunta al viejo nigromante: “Abuelo, ¿cuáles son tus propósitos de año nuevo?


Con toda parsimonia, tratándose de chamacos de varias edades, el viejo rey mago de las melgas, el Merlín de las laderas, asume una actitud de comprensión y paciencia, la cual es virtud de valientes, y con una mirada de ternura se dirige a la pipiolera: “Miren hijos… un propósito, es la intención o el ánimo para realizar o dejar de realizar una acción. Se trata de un objetivo que se pretende alcanzar. Este término indica la finalidad de una meta. Y en términos generales, nadie los cumple. Salvo honrosas excepciones, ya que dichos “propósitos”, la mayoría de las veces, son triviales, egocentristas e intrascendentes. Pocos pensamos en los demás, en nuestra casa que es la Tierra y menos por la humanidad en general, que actualmente está en crisis existencial. Yo hago “intentos”, es decir acciones, aunque sea pequeñas pero reales y concisas. Como ustedes están aprendiendo yo se las voy a confiar. Valórenlas, analícenlas y si pueden, pónganlas en práctica. Ahí les van mis 10 intentos para este año:


1.- Al menos una vez al día hacer algo que nos importa, pero que solemos postergar.

2.- Al menos dos veces al día tomar decisiones en dirección a desplegarnos, en lugar de replegar nuestras ganas de expandir lo esencial de lo que somos...

3.- Al menos tres veces al día elegir algo que le haga bien a nuestro cuerpo.

4.- Al menos cuatro veces al día hacer algo anónimo por los demás: otras personas, los animales, la Naturaleza, el barrio, el mundo…

5.- Al menos cinco veces al día detenernos, respirar hondo y tomar conciencia de lo que sentimos…

6.- Al menos seis veces al día valorar algo concreto en las personas que nos rodean, diciéndoles que las apreciamos, las queremos, las amamos…

7.- Al menos siete veces al día parar lo que estamos haciendo y abrir nuestros sentidos: ver, escuchar, oler, palpar, degustar…

8.- Al menos ocho veces al día abrazar a un ser sintiente: una persona, un animal, un árbol… o a uno mismo, en plena amistad…

9.- Al menos nueve veces al día decir “GRACIAS”, por dentro o por fuera: no dar por sentado las bienaventuranzas que nos rodean…

10.- Al menos diez veces al día recordar que no estamos solos: que millones de personas en el mundo, en este mismo instante están realizando estos diez intentos…”.


Los mocosos se quedaron estupefactos pues esperaban otro tipo de “propósitos”. Tan callados y sorprendidos quedaron, que con grandes ojos de plato y con la boca casi abierta, escucharon una conclusión:


“La Vida evoluciona hacia más Vida. El Génesis no terminó: somos su mano de obra. Recordarlo da Sentido a cada Intento. Aunque sean tiempos desafiantes, es con otros y unidos en un mismo objetivo que saldremos adelante, si hacemos nuestra parte contando con nosotros mismos. Nuestra religión debe ser el amor, nuestra patria el mundo y nuestra raza la humanidad…”.




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