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Desde la Ciencia - Por Q. C. Aracely Valdivia Mercado


Maravillas de las aves migratorias.-


Durante las tardes casi al obscurecer, el paisaje veracruzano se embellece con el paso de las aves en los cielos, dando una sensación de nostalgia y tranquilidad. Lo observamos principalmente en primavera y en otoño. Pero ¿Por qué viajan? Y ¿cómo podemos ayudarles en su paso por nuestro país? Veamos lo que dice la ciencia.


Las aves han realizado estos viajes de miles de kilómetros, desde hace millones de años. De hecho, forman el 60 por ciento de las especies de aves pequeñas que habitan ecosistemas terrestres como los bosques.


En su paso por América, estos seres vivos recorren 5 rutas principales de migración, norte, centro, golfo (cruzando el Istmo de Tehuantepec), este (pasando Florida y península de Yucatán) y Estados Unidos hasta Sudamérica.


Nuestro país es un buen anfitrión al recibir a estas aves, cada año aproximadamente llegan 340 diferentes especies en lugares como: áreas naturales, humedales y santuarios entre otros. México es un país de tránsito, les da albergue para resguardarse del frío del norte o para reproducirse antes de ir al sur.


Las aves que se han observado como visitantes son: golondrina común, colibrí de cola ancha, pelícano blanco, chipe amarillo, garza blanca, pato cabeza roja y águila pescadora.


Sin embargo, en los últimos años se han observado diferentes obstáculos que han impedido su viaje. Peligros de origen humano como antenas, edificios, la desaparición o fragmentación de humedales, la presencia de plásticos en los ríos y mares, así como los originados por el clima como son las tormentas o huracanes. Incluso la contaminación lumínica que está aumentando en el mundo, también ha originado la muerte de millones de aves, la alteración de patrones de su migración y desorientación en su vuelo.


Es por estos inconvenientes, que se celebra desde el año 2006, el día internacional de las aves migratorias. Con el fin de sensibilizar a la población sobre su importancia ecológica, así como de contribuir a su conservación. Se celebra dos veces al año, en el mes de mayo y octubre, períodos en donde recibimos sus visitas.


Así que, si usted quiere ayudar en su conservación, puede hacerlo a través de reducir la producción de plásticos y atenuar las luces de su casa durante la noche. De esta manera les ayudará a que terminen su viaje y lleguen salvas a disfrutar de los hermosos paisajes que hay en México.


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