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Desde la ciencia - Por Q. C. Aracely Valdivia Mercado


El tejocote, algo más que dulce.-


Durante esta época que inicia el frío, todos disfrutamos del ponche con frutas. Una de ellas es el tejocote, que además de brindar un sabor agridulce tiene varios datos científicos interesantes. Veamos cuáles son.


Este fruto es originario de México, se inicia su cosecha en Agosto, pero se consume en los meses de Noviembre y Diciembre. Se cultiva en climas templados y de poca humedad. Son 6 estados de la república que lo producen: Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla y Veracruz. Siendo Puebla el mayor productor.


Los árboles de tejocote suelen medir de 4 a 10 metros de altura y frecuentemente tienen espinas. Su nombre científico es Crataegus mexicana. En el continente americano hay 100 especies, 13 crecen en México y 8 son endémicas es decir no los encuentras en otros países solo aquí.


Para quienes no lo conocen, es un fruto de color naranja, redondo, con manchas que parecen pecas. Su nombre viene de la palabra náhuatl texócotl, tetl que significa piedra y xocotls que significa sabor agridulce. Desde las culturas prehispánicas se utilizó para curar diferentes males como:


a) Enfermedades respiratorias: tos, bronquitis, resfrío incluso lo acompañaban con flores de sauco, cáscara de chirimoya o lima, canela o eucalipto.


b) Enfermedades digestivas: dolor de estómago o diarrea. Y para los corajes utilizaban las hojas y la corteza del árbol.


c) Para de bajar peso, como diurético o para mejorar la circulación.



En su composición contiene vitamina A, B y C, compuestos bioactivos que tienen propiedades antioxidantes, es decir prolongan la vida. Además, tiene Calcio y Fierro que ayudan al sistema inmunológico, en la salud de los huesos y evita la anemia. Al consumirlo se disminuye el riesgo de enfermedades del corazón y diabetes.


Aunque la planta es poco usada con fines ornamentales, las especies silvestres lucen hermosas con sus formas y diferentes colores que van desde el verde, amarillo pálido, naranja, rosado incluso hasta rojo intenso.


Así que la próxima vez que disfrutes un rico ponche, piensa en todo lo bien que le hará a tu cuerpo además de consumir una bebida típica mexicana.





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