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Desde Teocelo - Por Angeheca



Quedan menos de dos meses para el cambio de administración municipal y con ello un nuevo ciclo en la vida política y pública del bello Teocelo.


Es difícil hablar sobre el tema porque por lo general las opiniones se llevan a los extremos entre los fanáticos, ya sea detractores y defensores de la actual administración; y entre los mismos de la que va a entrar.


Para el ciudadano objetivo, el parámetro es la ley y experiencia de las administraciones del pasado, pues en ellas se han visto ejemplos de lo que no se debe ni tiene que hacer; para que esto logre ser percibido por los ciudadanos, se deben conocer la historia y las leyes para así emitir una opinión acertada, no sólo desde lo que uno cree, que es válido, pero que generalmente no tiene peso debido a la subjetividad y no aporta al bien común ni va en el sentido de las leyes.


Se debe entender que cuestionar la administración pública, y no los temas personales, es algo sano y políticamente correcto, porque sirve para marcar parámetros y límites a quienes pretenden, desde un cargo público, y a veces honorífico, sacar ventaja de los recursos públicos o explotar su imagen para conveniencia propia.

Por ejemplo, en la actual administración hacían público que se firmaban en tiempo y forma los estados financieros de las arcas municipales (dinero del pueblo) pero los ciudadanos nunca pudieron acceder a ellos; jamás se conoció el Plan Municipal de Desarrollo y en el colmo y en desacato a la ley, no hubo nunca un portal de trasparencia funcionando ni actualizado, donde se pudiera acceder a la información pública municipal.

El señalamiento es y se adjudica a una administración, no a una persona, que va desde el Presidente Municipal pasando por el Síndico y Regidor, hasta el Contralor municipal, porque todos ellos son servidores públicos que no cumplieron con los ciudadanos ni con la ley.


Cuando el ciudadano se da cuenta de esto, debe aprender de ello, exigir a la siguiente administración que avance en el asunto y cumpla con los requisitos básicos que garantizarán que la percepción de la administración municipal, por lo menos, es honesta, aparte de cumplir con las leyes.

En un municipio tan atrasado y omiso en la aplicación de sus propios reglamentos y leyes en general, la administración venidera tiene el enorme compromiso y reto de poner orden sin que piense que ello le costará la siguiente elección, pues este modo de pensar es lo que tiene a Teocelo en su estado actual.


Aplicar la ley no significa que los que la aplican sean malos ni quienes la infringen sean satanizados, ahí entra la labor política, tacto y cabildeo que un Gobierno debe tener para procurar paz y justicia social. Evidentemente esto implica tener servidores públicos honestos e íntegros. Como ejemplo, si se pone a alguien en Comercio, que vendía alcohol en espacios deportivos sin pagar permisos, es evidente que no tendrá la autoridad moral ni palabra suficiente para sostener el reglamento de comercio que actualmente parece que no existe.


Quienes entran en el siguiente año a la administración municipal, como todo servidor público, pudieran tomar en cuenta, por lo menos 4 cosas: 1) Que están sujetos al cumplimiento de leyes y reglamentos, 2) Que están sometidos al escrutinio público de toda actividad que tenga que ver o contravenga sus funciones, 3) Que al ser cuestionados o evidenciados justificadamente, no pueden echar la culpa a un tercero por no cumplir con la ley y sus funciones a favor de la sociedad y 4) Que tienen la oportunidad de hacer un excelente papel frente a una población cada vez más interesada en la administración municipal ya que no tienen grandes expectativas que superar.


“No se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy”. Abraham Lincoln.




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