El Palacio Municipal es considerado, en Teocelo, como un monumento histórico, construido en 1922 por el Ingeniero Juan Canedo Morales, oriundo de Xalapa.
Curiosamente, en la Ley Orgánica del Municipio Libre para el Estado de Veracruz, documento que rige a los 212 municipios, sólo se menciona una vez al “Palacio Municipal” y sólo para especificar que la Secretaría del Ayuntamiento deberá ubicarse allí; y en el libro “el Manual del Presidente y la Presidenta Municipal” del Centro de Servicios Municipales “Heriberto Jara” A. C. ni se menciona en los temas que aborda; en el bando de policía y buen gobierno se menciona 4 veces definiéndolo como “sede principal de la administración pública municipal”.
Comúnmente se considera que el Palacio Municipal es la casa del Pueblo, quizás porque ahí radica y despacha la comuna, que es el conjunto de regidores, síndico y presidente siendo la máxima autoridad en un municipio, y porque por lo general ahí se atiende a la ciudadanía con respecto a los asuntos y servicios públicos.
En Teocelo se tiene el antecedente, producto de la falta de educación, de quienes han llegado a ocupar cargos populares, que han utilizado la explanada del palacio como estacionamiento particular y para “las personas distinguidas” que llegan, y mucho más común es que han pintado la fachada de acuerdo a los colores del partido que los hace llegar, o con el que quieren quedar bien.
También se ha visto quienes dirigen desde él, no le dan el mantenimiento requerido como se pudo observar en la pasada administración donde la fachada y pintura se caían a pedazos, asunto diferente que mostraban las fotos con su edición.
Ahora la actual administración da mantenimiento y pintura al palacio con un presupuesto de $700,000 pesos, según la información pública a la que se ha podido acceder; y mientras se avanzaba en los trabajos se pudo observar el color blanco con el cual lo pintan.
Desafortunadamente, los últimos detalles dan la impresión, de nuevo, de cargarlo hacia un partido político, MORENA, asunto que, si bien no está mal ni es ilegal pues no hay normatividad que aplique al respecto, decepcionó a quienes veían por fin, un color neutro en recinto que es de todos y de ningún partido político.
Para innovar administrativamente hablando, se podría hacer una modificación al bando de policía y buen gobierno que el Palacio debería ser pintado de blanco con retoques de algún color que no se vincule a ningún partido, esto ayudaría a reducir los costos de mantenimiento y se garantizaría que, en el futuro, las nuevas administraciones no utilicen, sutilmente, dicho recinto con fines políticos.
El color blanco, en la psicología del color, denota limpieza, imparcialidad y paz, entre otras cosas, que deberían ser el eje rector de las acciones tanto, de la administración, como de las personas que ahí laboren.
Esto podría ser el comienzo para definir una imagen institucional del Ayuntamiento, que perdure en el tiempo y evitar que cada administración se tenga que rotular vehículos, cambiar membretes y pintar fachadas; reduciría costos por la necedad de quienes quieren dejar huella sólo por imagen, cuando en realidad su desempeño y trabajo debe ser lo que los caracterice.
A veces las administraciones cambian para que todo siga igual.
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