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Desde Teocelo - Por Angeheca



Este 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud, el cual, tiene como objetivo celebrar anualmente el papel de los jóvenes como agentes indispensables de cambio, así como también para sensibilizar a la sociedad de los desafíos y problemas que éstos deben enfrentar.


Evidentemente los problemas de los jóvenes son distintos, dependiendo del lugar que en que vivan y hayan nacido, del contexto social en el que se desarrollaron y la manera en que fueron educados, tanto dentro como fuera de casa.


¿Cómo podrían los jóvenes ser factores de cambio si no se les enseña lo que es una problemática y la forma de atenderla?


Por ejemplo, los niños que asisten a los campos deportivos observan con normalidad el consumo de bebidas alcohólicas, incluso durante la celebración de los partidos. Esto, muy seguramente generará jóvenes que vean la actividad con naturalidad y probablemente la imitarán; con el posible resultado de que continúen dicha práctica y la inculquen, tal vez sin querer, a sus descendientes posteriores.


Otro tema que tiene gran resonancia e importancia para los jóvenes, y para toda la sociedad, es la transparencia y el buen uso de recursos públicos, que muchas veces solo se toca el tema para atacar a alguna persona que esté en un puesto público, pero que debería ser toda una escuela de vida; porque son ellos, los jóvenes, quienes serán las futuras autoridades.


Si no se les enseña y no observan que se aplique la ley, no aprenderán que no deben usar los recursos públicos para su uso personal, incluyendo evitar promocionar su imagen con las cuentas institucionales, difícilmente podrán hacer un buen papel en la administración pública, cuando les toque, y sólo repetirán los malos ejemplos del pasado y de los cuales aún hoy pagamos las consecuencias de esos actos, como no tener un salón social o no tener presupuesto a causa de un embargo que no fue atendido.


El mismo principio aplica para cualquier problemática de Teocelo, pues es el entorno en que viven y crecen, y del cual se nutren. Si los jóvenes quieren tener espacios recreativos en la naturaleza, deben aprender a cuidarla y restituirla, no porque sean lo culpables de la problemática, sino que serán ellos los que sufran o disfruten del trabajo o la omisión que se haga ahora.


Y así se podrían ir mencionando los arraigados temas de Teocelo, como la nula cultura vial, el desperdicio, contaminación y cuidado del agua, el ahorro de energía, la empatía con los vecinos, etc.


Nótese que, a diferencia del Día del Niño, no es para celebrarles simplemente su existencia, sino que solo se les hace reflexionar sobre una parte de lo que como adultos tendrán que lidiar.


Los jóvenes, hombres y mujeres, deben saber que pueden y deben alzar la voz ante una situación que crean que no es correcta, de tal modo que sepan que su voz y sus acciones son importantes para Teocelo, pues el eco de éstas serán las que marquen el camino a seguir en el futuro.





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