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Desde Teocelo - Por Angeheca


Si las fiestas patronales de Teocelo son representativas en esta centenaria ciudad y unen, tanto a autoridades como a ciudadanos en general alrededor de ella, en coordinación con trabajo y apoyo para que luzcan lo mejor posible; valdría la pena preguntarse: ¿Por qué las fiestas patrias no tienen el mismo apoyo recíproco por parte de la parroquia?


Monumento histórico y de gran valor arquitectónico, la parroquia de la Asunción está, tanto en el centro histórico, como en el centro de muchos ciudadanos que profesan la religión católica; aunque cada vez menos, muchos han realizado ahí las ceremonias que dicha religión establece para sus seguidores y, por lo tanto, tiene un lugar especial en la vida de muchos de ellos.


Aun así, este recinto no se su suma a las fiestas patrias donde los mexicanos, celebran la independencia y revolución. y resalta más con el contrastante arreglo que por toda la cabecera municipal puso el H. Ayuntamiento para realzar la fiesta religiosa pasada de agosto.


Y no es que esté obligada a hacerlo, sin embargo, sería corresponder a la suma de esfuerzos que se hacen por mantener una ciudad atractiva para los visitantes y orgullosa para sus habitantes.


Esta idea tampoco se contrapone con la máxima de la separación del Estado-iglesia, pues no se entrometería en la vida interna de la parroquia, tal como la parroquia no invade los asuntos del Gobierno Municipal cuando solicita ayuda o coordinación para las fiestas de enero y agosto.


El cura Hidalgo es considerado por la historia oficial como el “Padre de la Patria”; y aunque la separación del Estado –Iglesia le quitó poder a la religión católica, es esa misma separación la que garantizaría su existencia y respeto cuando no sea la mayoritaria en el País, garantizando el derecho de culto de los ciudadanos, por la que sea que ellos elijan. Esto quiere decir que ninguno de los dos entes es enemigo del otro, por el contrario, son instituciones que forman parte del país y de los ciudadanos, y estos forman parte de ambas.


Por eso es que quizá en los arreglos de las fiestas patrias se sienta la ausencia de la participación simbólica de la parroquia para que el centro histórico esté completo en los adornos, sin que esto tenga que representar un exagerado adorno tricolor, quizás unas lámparas desde lo alto puedan iluminar verde, blanco y rojo, para que la decoración sólo sea de noche.

En ese sentido los demás templos, de la religión que sean, pueden sumarse en el futuro al embellecimiento de la ciudad, para celebrar al país que les da cabida a todas, en igualdad de derechos y obligaciones; pues hay que recordar que, en países lejanos, la religión es parte del gobierno y esto lleva al fanatismo que pone en peligro la libertad y vida de otras personas.


Es conocido que hay ciudadanas que recaudan fondos para adornar la parroquia, quizás esa misma iniciativa pueda hacerse para el adorno de las fiestas patrias, y claro, apoyarla.


Aunque sin duda, le mejor manera de respetar al país, aunque no se pusiera un solo adorno en el municipio, sería el de respetar la ley y el derecho de terceros. Hoy se pueden escuchar voces que claman por la transparencia, rendición de cuentas, trabajo para los ciudadanos y demás obviedades, pero algunas de esas mismas voces han sido cómplices cuando en el pasado se abusó del poder, de la opacidad y el protagonismo.





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