Esta semana que termina, en Coatepec, se publica una noticia que estremece a la sociedad, por tratarse de un abuso sexual en una de las muchas iglesias evangélicas que operan en esta ciudad. En este caso en la llamada “Casa de Oración”.
La historia reciente ha registrado muchos casos de abuso sexual al interior de las iglesias. Solo hay que recordar al fallecido sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, que abusó sexualmente de 60 menores de edad.
Otro abusador es líder de la iglesia de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, quien sí fue denunciado y actualmente purga una condena por este delito. Es decir, todas las iglesias tienen sus secretos que solo salen a la luz, si los afectados o familiares, reflexionan y se deciden a denunciar.
A pesar de los cientos de casos de abusos que han salido a la luz en los últimos meses por parte de sacerdotes de distintas congregaciones de la Iglesia Católica y evangélicas, que ha traído la más grande crisis de esta institución. Hay otra Iglesia de la cual se esconden oscuros secretos, y es que la Iglesia Evangélica, también oculta casos de abusos dentro de las propias comunidades que la conforman.
El cómo cometen abusos los pastores evangélicos es muy similar a como lo realizan los curas católicos, estableciendo relaciones de confianza y afecto, para luego ocupar su poder y el prestigio del pastorado para detectar las vulnerabilidades del niño o la niña. La gran diferencia radica en las redes de protección dentro de las comunidades evangélicas con las cuales se protegen a estos pastores violadores.
Hay organizaciones que han tomado casos de violencia de género a mujeres que viven en el contexto evangélico tiene cifras claras y se cuentan por cientos. La gran duda surge en cuantas mujeres se mantienen en el anonimato y no han denunciado sus casos, así como también de los niños y niñas que actualmente son víctimas de abusos y violaciones de estos degenerados pastores.
El discurso evangélico que se maneja al interior es tan fuerte, que trata de mantener los casos encerrados en las cuatro paredes de sus ostentosas edificaciones, intentando que los problemas siempre se resuelvan en los mismos cultos y no pasen al Poder Judicial. Una de las denunciantes asegura que “usan la Biblia para hacer presión”, y que por esa razón hay una protección por presión de los círculos pastorales, que se mantiene de generación en generación.
La Iglesia Evangélica y su influencia ha ido en aumento pero sus oscuros secretos han salido a la luz visibilizando los casos de abuso dentro de sus filas junto a los millonarios lavados de dinero por parte de los altos mandos evangélicos, muestran la cara más perversa de esta institución religiosa y altamente peligrosa.
Muy lamentable que se de en Coatepec. Pero qué bueno que hubo valor para denunciar. Ojalá se le aplique todo el peso de la ley al abusador, si no es que ya lo mandaron a otro lado. Muy lamentable.
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