El próximo martes, 14 de febrero, como lo marca la tradición y la costumbre, estaremos celebrando el Día del Amor y la Amistad. Con diferentes acepciones, sobre todo la de origen religioso, que narra a historia de San Valentín, y cada vez más mercantilizada; esta fecha nos conmina a dar regalos, así como expresiones de afecto y amor.
Existen diversas definiciones de “amistad”, y cada quien la asume de acuerdo a sus valores y sentimientos. Pero se dice que la amistad es una relación afectiva entre dos o más individuos, que se sustenta en valores fundamentales como la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso.
Es un tipo de vínculo, que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco, a lo largo del tiempo. La amistad puede surgir entre personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas, extracción social, etcétera. Incluso, se puede establecer una amistad entre un ser humano y un animal (no por nada el perro es el mejor amigo del hombre), como podemos ver recurrentemente hoy en día.
Las relaciones de amistad pueden surgir en los más diversos contextos y situaciones. Desde el lugar donde trabajamos o estudiamos, hasta en las fiestas, a través de otros amigos o en las redes sociales.
Existen diferentes grados de amistad. Hay amigos con quienes tenemos una relación más distante; otros, con quienes el trato es tan estrecho que los consideramos “mejores amigos”. Esa amistad adquiere un grado de superioridad sobre las otras.
No surge solamente por afinidad, con quien tiene nuestros gustos e intereses, sino que puede aparecer entre personas muy dispares. En ocasiones, las diferencias fortalecen la relación, pues una buena amistad complementa y enriquece a la persona. No solo consiste en el intercambio de ideas y sentimientos, también en compartir los buenos y malos momentos de la vida.
El amor y la amistad tienen en común el profundo afecto, el respeto, la lealtad y el sentido del compromiso. También se diferencian en varias cosas. El amor se propone durar para siempre y, de hecho, el voto matrimonial así lo establece. Muchas veces es complicado de lograr. En cambio, la amistad, no atada a más compromiso que el afecto recíproco, tiende a ser más sólida que el amor.
El Amor, por su parte, hace referencia a una emoción y a la atracción física que se genera hacia una persona, con la que se desea tener una relación amorosa. Es el amor romántico el que se funda en la atracción sensual y el afecto genuino hacia esa persona. Promueve vínculos íntimos, así como conductas reproductivas. El amor es fuerza creadora, misterio, fuente de conocimiento, armonía, perfección apasionada; el eros como supremo vuelo de las almas íntimamente unidas.
Sin duda alguna, no hay nada más bello que amar y ser amado, se dice en el lenguaje popular. Pues puede ser tan sublime y trascendental que suele llegar a niveles espirituales
Feliz día del sentimiento humano, más puro e importante.
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