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EDITORIAL

Como es evidente, las elecciones presidenciales comenzaron antes de tiempo y todos los políticos interesados en la sucesión, están en franca campaña. Los dos bloques, el oficialista, encabezado por Morena, y el opositor, de Va por México, han dado rienda suelta a sus aspirantes presidenciales, con una anticipación inusitada que quebranta la ley e impone un enorme desafío a las autoridades electorales, principalmente al INE, el órgano autónomo que organiza los comicios y vigila que los contendientes respeten las reglas establecidas para ello.

Desde la presidencia se decidió abrir la selección del candidato presidencial de Morena y sus aliados, en un proceso sordo, adelantado, sin fiscalización y que viola leyes electorales, con el eufemismo de que “no es para elegir a quién será su abanderado, sino el Coordinador de la Defensa de la Transformación”.


Es evidente, por todos lados, que los aspirantes morenistas a candidatos a la presidencia sí incurren en violaciones al marco legal electoral y están cometiendo posibles actos anticipados de campaña, debido a que el partido del presidente adelantó varios meses al desahogo de su precampaña. Ya definió reglas, plazos y emitió la convocatoria correspondiente. No hay que olvidar que la precampaña es un procedimiento que se regula por los estatutos del partido y que se tiene que hacer una vez que inició el proceso electoral. Es decir, hasta septiembre.

Esta promoción adelantada ya ha sido materia de impugnación. La Comisión de Quejas ya ha emitido medidas cautelares y, si lo siguen haciendo, se van a ir acumulando esos expedientes en la sala especializada del TEPJF.


No hay que olvidar que el TEPJF puede actuar y puede haber sanciones. Recordemos los casos de los excandidatos a las gubernaturas de Michoacán y Guerrero, Raúl Morón y Félix Salgado Macedonio, respectivamente, en los procesos electorales de 2021; lo que ocurrió fue que la autoridad electoral les negó el registro porque no entregaron gastos de precampaña.


Los Consejeros del INE, ahora con una titular a modo, sigue atorado en los tecnicismos de la ley y en los criterios que han establecido el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y el propio Instituto Nacional Electoral. Contradictorio, pues el INE debe mantener un arbitraje que conserve la imparcialidad de la institución, que garantice la equidad en la contienda y que haya cancha pareja.


Es lamentable que, “por tecnicismos de orden legal”, se convalide lo que en los hechos es una precampaña adelantada.


Hay que recordar que todavía no empieza el proceso electoral, y no está permitido hacer posicionamientos de candidatos antes del periodo establecido para las campañas. Otra disposición relativa a las precampañas, establece un periodo para realizar una competencia interna para definir quién será el candidato.


Toda actividad fuera de estos periodos establecidos, no sólo es irregular, también ilegal y sancionable.



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