top of page

EDITORIAL

La Revolución Mexicana, que recordaremos el próximo miércoles 20 de noviembre con desfile deportivo, es sin duda uno de los momentos más emblemáticos de nuestra historia nacional. Fueron años de lucha para el establecimiento de las raíces que nos ubican en donde estamos como nación y que con millones de muertes establecieron las bases de las instituciones que hoy nos rigen, y que ahora tristemente están en riesgo.

 

Años de lucha que aún presentan pendientes, que se pueden identificar como inconclusos, en el establecimiento de las metas que en ese entonces se buscaban alcanzar. Por ello, es importante hacer una reflexión de los ideales revolucionarios para ver en donde aún no se alcanzan.

 

Sería muy bueno un replanteamiento de la historia nacional y empezar a enaltecer más las acciones de las mujeres revolucionarias muchas de ellas desconocidas, como Natalia Serdán Alatriste, Adela Velarde, Carmen Serdán, Petra Herrera, Hermila Galindo, Juana Belén Gutiérrez o Dolores Jiménez. Porque muchos de los revolucionarios que celebramos como héroes, sí bien cambiaron la historia de México, pero también algunos de ellos fueron abusadores y delincuentes.

 

Los principios de la revolución tienen que ser una realidad viva que se construya y se busque todos los días y en todas las personas. Especialmente los principales ideales que en 1910 se buscaban.

 

Uno de esos ideales fue, las mejoras para la educación. Pese a que en aquel entonces se sabía que la educación era el camino, hoy en el gobierno de la 4T la educación sigue siendo vulnerada por todos lados, como el pírrico presupuesto aprobado en el Congreso federal. Dicen que trabajan por la educación por hacer de una beca de excelencia educativa, un programa social más. Trabajar por la educación es asegurar contenidos de calidad; posibilidades de acceso a nueva información; trabajar con tecnología; trabajar por la educación es asegurarse de tener planteles en perfectas condiciones físicas y de seguridad. En fin, la educación es el camino y siempre lo será, la revolución aún no se consolida aquí.

 

Otro de los ideales fue acabar con la explotación laboral. Otro ideal pendiente, debido a las nuevas tácticas llamadas outsourcing que violan los derechos laborales limitando la posibilidad de acceder a una mejor calidad de vida. Hay empresas como tiendas de conveniencia que emplean gente con horarios extremos y poco salario.

 

También actualmente contamos con un precario sistema de justicia, no solo en decadencia sino a punto de desaparecer. No es con la popularidad con que se cambia la realidad de las personas, es con resultados y buenas decisiones.

 

En el tema de salud, se debe garantizar el abasto de medicamentos. También, en otro tema, se debería brindar mayores recursos al fortalecimiento de la seguridad, no con abrazos a delincuentes que tiene ensangrentado al país.

 

En conclusión, la Revolución sigue pendiente en muchas áreas de la vida nacional, con lo que nos debemos seguir esforzando todos los días para alcanzar un México más justo y que cuide la dignidad real de las personas.



Comments


bottom of page