EDITORIAL

Con el auge del internet, de WhatsApp y de diversas redes sociales que facilitan la comunicación, también se aprecia con preocupación la descomposición del idioma español, con el uso de una combinación de extranjerismos, palabras entrecortadas, abreviaciones, ocurrencias y aberraciones

Este comentario es en razón de que el 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna. En nuestro caso, es el idioma español, porque con la conquista, muchas lenguas nativas desaparecieron y predomina el español.

Esta fecha tiene el objetivo de promover el multilingüismo y la diversidad cultural. Se estima que al menos 43% de las 6,000 lenguas que se hablan en el mundo están en peligro de extinción. Solo pocos centenares de idiomas han tenido el privilegio de incorporarse a los sistemas educativos y al dominio público.

De acuerdo con lo anterior, la diversidad lingüística se encuentra cada vez más amenazada ya que un mayor número de lenguas desaparecen, llevándose con su extinción todo un patrimonio cultural e intelectual, pues es ampliamente reconocido, por filósofos del lenguaje, lingüistas, antropólogos y sociólogos, que una lengua representa un sistema de creencias que configura, ordena y da sentido a la realidad e identidad; es decir, ésta implica un paradigma y una visión del mundo.

Es necesario un amplio compromiso integral, orientado a promover el plurilingüismo y la diversidad idiomática. México es uno de los países con mayor diversidad lingüística en el mundo, pues se hablan al menos 68 lenguas indígenas; sin embargo, 60 por ciento de ellas está en riesgo de desaparecer.

Las lenguas y el multilingüismo pueden promover la inclusión ya que los objetivos de Desarrollo Sostenible se centran en no dejar a nadie atrás. Esta conmemoración hace un llamado a los funcionarios, políticos, a los educadores y docentes, a los padres y a las familias para que intensifiquen su compromiso con la educación multilingüe y la inclusión en la educación.

Expresiones actuales, en redes sociales, como: “holi”, “amix”, “oki”, “güey”, “Dtb”, “omg”, “xq”, etc., afectan severamente el rico idioma español y destruyen la gramática.

El libre y correcto uso de una lengua, está amparado por los Derechos Humanos. En una época en la que la globalización prioriza el discurrir lingüístico en unas pocas lenguas de alcance internacional, las lenguas nativas son oportunidad de auto-realizarse a nivel político, artístico, cultural, social y económico.