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EDITORIAL


Al haberse iniciado un nuevo ciclo en la administración pública municipal en todo el estado, ciclos y formas que están establecidos en la ley, es común escuchar las expresiones ciudadanas de que ojalá a “Coatepec le vaya bien” independientemente del color de la administración o de los nombres que la ejercen.


Esta expresión romántica es compartida por algún sector y complementada con aquellas otras opiniones que descalifican “a priori” los resultados, porque perciben una incapacidad intrínseca y un desorden latente; son, de alguna manera, presagios, augurios, deseos y hasta apuestas; de cómo se divisan los resultados reales de una administración que inició labores junto con el año 2022.


Es importante recordar que la función pública es diferente a la política. Aquella está regida por el marco jurídico, llámese constituciones, leyes, reglamentos y hasta bandos y códigos. Por su parte, la política concluyó el 6 de junio.


El ciudadano observa de cerca los nombres que integran el cabildo y hace sus evaluaciones y apreciaciones. Sabe que es determinante e importante que los nuevos, y jóvenes, ediles conozcan las leyes que rigen el municipalismo. No caer en el riesgo de votar a la cargada o caer en omisiones por ignorancia.


La otra parte recae en los funcionarios que encabezarán las distintas áreas de la administración pública, y de ellos se esperan buenos resultados. Toda la problemática y dinámica social, de todo tipo, recae en esta estructura que depende del Ejecutivo municipal. Se les debe conceder el beneficio de la duda.


El manejo de los recursos, la atención a la ciudadanía, la importancia de la obra pública, el desarrollo urbano, la gobernabilidad, el comercio en todas sus modalidades, la seguridad, los servicios municipales y todo lo que un municipio de más de 100 mil habitantes requiere, tendrán que atenderlo estos funcionarios. Para ello deben conocer la reglamentación y tener la capacidad de escuchar, atender y resolver. Para eso han sido designados y estarán al escrutinio de los ciudadanos.


Cierto que es deseable que realicen una buena función, la cual se les ha encomendado, se supone, en base a perfiles, capacidad, preparación y experiencia. No por intereses ajenos, facturas políticas o compadrazgos.


Este periodo es de cuatro años donde el ciudadano desea ver concretado el desarrollo sustentable y el progreso en todas sus modalidades. Iniciando por ver orden en aquellas situaciones donde es aprovechado el periodo de transición para invadir calles, abrir negocios o agenciarse concesiones; todo sin autorización.


No es mucho pedir que los integrantes de esta nueva administración municipal, todos, cumplan debidamente sus funciones, aplicando simplemente el marco normativo que rige la actividad de cada área respectiva. Escuchar diligentemente a la ciudadanía y atender la problemática; resolver cuando se puede y gestionar cuando se debe.





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