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EDITORIAL

Una nueva polémica ha generado el presidente Andrés Manuel López Obrador al enviar una nueva iniciativa de reforma electoral a la Cámara de Diputados en la que, entre otras cosas, propone sustituir al Instituto Nacional Electoral (INE) por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), además de eliminar las diputaciones y senadurías plurinominales y reducir el financiamiento a partidos.


También propone desaparecer los tribunales electorales en los estados, por lo que todo lo referente a justicia electoral quedaría en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Otro de los cambios de la reforma que presentó el Ejecutivo Federal es el procedimiento para elegir a los consejeros y magistrados electorales. Actualmente su elección está a cargo de los legisladores federales, quienes escogen sobre ternas de candidatos con altos perfiles para ocupar los cargos, pero de aprobarse la iniciativa del Presidente sería mediante el voto popular.


En el caso de la Cámara de Diputados, propone que pase a 300 diputados en lugar de 500. En el caso de la Cámara de Senadores se reducirá a sólo 96 representantes en esta Cámara. Los Congresos locales también tendrían una disminución, se establecerán rangos: mínimo 15 y máximo 45 diputados locales en los diversos estados, conformados según el número de población que tiene cada una de las entidades federativas. En lo que respecta a los cabildos, también se pondría un límite de hasta nueve regidores, dependiendo el número de habitantes por ayuntamiento.


La reforma también tocaría a los partidos, a los cuales se les reduciría su financiamiento público. También se propone cambiar las reglas de la propaganda electoral al reducir los tiempos oficiales de radio y televisión en materia electoral, suprimiendo los tiempos fiscales. Finalmente, se plantea reducir a 33 por ciento la participación de los ciudadanos para que la Revocación de Mandato sea vinculante.


Sin embargo, para que la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador sea aprobada necesita de mayoría calificada, pero no la tiene. En la Cámara de Diputados necesita 334 votos de 500, sin embargo Morena y sus aliados tienen 277 curules. Mientras que en el Senado de la República, de los 128 votos necesita de 85, sin embargo su bloque cuenta con 75 escaños.


Diversos sectores, políticos y sociales, perciben que con esta reforma, que pretende eliminar al INE y plurinominales, AMLO busca dar mayor fuerza a la 4T utilizando todo el aparato oficial, debilitar a partidos de minoría y obtener poder absoluto.


Por todo lo anterior, los integrantes de partidos de oposición han afirmado que no apoyarán ninguna iniciativa que busque debilitar a las instituciones. Coinciden en que es indispensable que el árbitro electoral actúe con plena autonomía e independencia para que las elecciones sean legítimas, creíbles y aceptables.


Así como no aprobaron la iniciativa de reforma eléctrica, también del Presidente, dicen que no apoyarán el cambio en materia electoral y tampoco la que será su tercera iniciativa, que busca transferir a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Así las cosas.





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