Por Jesús Ricaño Herrera
Existen condiciones en la vida del ser humano que todos padecemos y que deberíamos poder identificar como un impedimento para operar vehículos a motor, maquinaria pesada o herramientas peligrosas.
En esta ocasión le invito a que me acompañe a identificar algunas de estas. Le comento que estas contraindicaciones no sólo le servirán a quien conduzca, a los peatones también les serán útiles.
La primera condición que vamos a recomendarle a usted que tome en cuenta para decidir manejar o no hacerlo, tiene que ver con el humor. Todos entendemos, sabemos muy bien que nuestra conducta cambia de manera importante cuando estamos furiosos, tristes, angustiados e incluso estando llenos de dicha. De manera especial quiero comentarle que la depresión es un factor enorme de accidente vial, identifique estas restricciones conductuales y haga todo cuanto pueda para estar calmado, tenga cuidado.
Algunas enfermedades afectan al cuerpo, especialmente a los sentidos y la concentración de maneras diversas. Le vamos a pedir que hable con el galeno de su confianza para que le explique con detalles las limitaciones físicas que pudiera tener y si les estará permitido conducir automotores en caso de estar bajo algún padecimiento físico.
Por otra parte y ligado al punto anterior, el influjo ante el consumo de ciertos medicamentos y otras sustancias, de manera necesaria afectarán nuestros sentidos y reacciones, es otra de las condiciones adversas dignas de estudiar. De inicio habrá que preguntarle a nuestro médico de cabecera cómo es que algunos ingredientes activos de la medicación afectarán nuestra forma de operar vehículos a motor.
Los problemas de la vista, la manera en que percibimos el entorno y obtenemos información de él para tomar decisiones es de crítica importancia, si usted cree o considera que tiene problemas para ver de lejos, cerca o malestares tales como dolor de cabeza, mareos así como ardor de ojos, mejor vaya al oftalmólogo para que busque la mejor solución a su problema visual.
En el camino vamos a encontrarnos con toda clase de conductores, peatones y pasajeros, algunos de ellos nos harán ver nuestra suerte, el estrés se va a disparar y será un factor en contra de la actividad de manejar automóviles. Hay ejercicios que nos pueden ayudar a permanecer como monjes tibetanos, impávidos ante la adversidad.
Analice lo que acabamos de describirle, no lo descarte, tome decisiones bien pensadas y no olvide permanecer lo más tranquilo posible el mayor tiempo que pueda. Manejar es un placer, poténcielo, no se distraiga por favor. Le agradezco el favor de su tiempo al leernos, tenga buen trayecto. Comentarios a jojerihmx@gmail.com
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