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ESPRESSO CORTADO Gilberto Medina Casillas



La sociedad, civil.- 

Debo confesar que cuando se comenzó a usar el término ‘sociedad civil’, cuya emersión desligaba la acción del pueblo de la autoridad incompetente, valiéndose por sí mismo; me pareció mal aplicada, porque yo lo examinaba desde el marco lógico de la antropología, que considera a la sociedad como un proceso cultural que está ocurriendo, condicionado a una geografía e historia específica pero que la mira, a la sociedad, como un todo, formado por personas, animales y cosas.

La sociedad civil, en México, con su nuevo aspecto, nace con el sismo de 1985 en la ciudad de México, cuando las autoridades se vieron rebasadas por el pueblo, espontáneamente organizado con responsabilidad, entrega, civilidad, apoyo solidario. A esa caritativa movilización de civiles, que espontánea nace ante la necesidad comunitaria y social.

En el ejemplo citado, remoción de escombros y salvación de personas atrapadas, fue algo que nos hizo ver lo poco que el gobierno y el ejército y todos los burócratas, pueden hacer ante situaciones catastróficas. Jamás un gobierno con su armamento y mentiras y manejo de medios a su favor, jamás podrá superar el esfuerzo comprometido de un voluntario. A esta respuesta, a esta manifestación de un proceso humanitario que parecía escondido, a este brote de lucidez, se le dio el nombre de Sociedad Civil, así, con mayúsculas las iniciales.

Ante la pandemia, que viene a sublimar el despotismo del gobierno de un solo hombre, las autoridades de salud pública han manejado la situación a destiempo, sin preparación ni una respuesta coherente con los recursos asequibles. Desde su palacio, el mandatario, da las instrucciones al rebaño social mexicano, con disparates y contradicciones, aplicando los filtros mediáticos para controlar la narrativa, esta es: cómo quiere, el gobierno actual, que se vea la situación (que se hace pasar por la realidad), de acuerdo a sus intereses.

La Sociedad Civil se manifiesta ante y en los desastres de incumbencia colectiva.

El mal manejo de la inversión pública, el total irrespeto por la ley y las instituciones, la opacidad en la asignación de contratos multimillonarios, el incremento de la violencia, la corrupción evidente y el arrodillamiento ante el narco, homicida y falaz. ¿No son estos procesos ya un desastre que cobra velocidad hacia situaciones aún más críticas?

Si es así, la Sociedad Civil deberá manifestarse.

¿Antes de la destrucción del país? ¿O cuando el país esté deshecho?

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