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EXPRESO CORTADO - Gilberto Medina Casillas


GOLPE DE MANO O GOLPE DE ESTADO


Lo primero será diferenciar ‘un golpe de mano’ de un ‘golpe de estado’. Vayamos al diccionario de la RAE.


‘Un golpe de estado es una acción que consiste en tomar un grupo de personas el gobierno de un país, con violencia y de forma ilegal; generalmente se realiza por militares o con apoyo de un grupo armado’.


Mientras que, un golpe de mano es: ‘una acción gestada en secreto y, por lo tanto, inesperada, que altera la situación y le permite sacar provecho, en forma abusiva, a quien la ejecuta’.


En las definiciones podemos apreciar que ambos golpes son violentos, imprevistos, sorpresivos y categóricos.


El golpe de mano, es una expresión que suele usarse para diferentes situaciones, llamémoslas ‘tácticas’ o de coyuntura: como en la guerra, en el espionaje, en la industria, en la bolsa de valores, etcétera. En esta entrega vamos a utilizar el concepto desde la perspectiva política y gubernamental.


En este contexto, un golpe de mano es un movimiento audaz para el cambio de poder, dentro del mismo grupo gobernante. Mientras que un golpe de estado, es el derrocamiento de un régimen para imponer otro, fuera de la vía democrática.


El golpe de Estado liderado por el comandante Augusto Pinochet en 1973 fue uno de los hechos más relevantes en la reciente historia chilena. La dictadura militar que duró 17 años sumió al país en un ambiente oscuro y de fuertes represiones contra el pueblo. La política de carácter reformista de Salvador Allende (1970-1973) llevo al país a tener una fuerte crisis económica. Esto motivó a que varios sectores -especialmente desde los grupos opositores- planearan un golpe de Estado. La participación del presidente estadounidense Richard Nixon fue fundamental. El americano veía prioritario frenar el avance del comunismo y del socialismo en Iberoamérica, por lo que Allende, que comulgaba con las ideas marxistas, era un obstáculo. Nixon financió a varios de los opositores, incluso antes de que Allende tomara posesión como presidente en 1970, y apoyó el golpe militar.

Con este ejemplo, además de recibir en México cantidad de chilenos que se doctoraron en el avión y se ubicaron en las universidades mexicanas como difusores del marxismo; podemos observar que el derrocamiento y asesinato del médico Salvador Allende fue planeado, contó con financiamiento externo e instauró una dictadura militar, tal como las que por décadas dominaron los gobiernos de Cuba, Panamá, Paraguay (37 años) y República Dominicana, dictaduras evidentes, con dictadores autocráticos. Otra de las formas del golpe militar están caracterizadas por gobiernos presididos por juntas militares: Bolivia, entre 1964 y 1982, en Argentina, entre los años 1976 y 1983, en Uruguay entre 1973 y 1984, en Chile entre 1973 y 1990, Perú de 1968 a 1975, Ecuador, de 1976 a 1979.


En Centroamérica las fuerzas armadas son parte fundamental del control social autoritario, dados los conflictos generados por la represión estatal dictatorial a partir de los años 1930, en la región. Las personas asesinadas en la represión que las dictaduras o las juntas militares ejercieron, se cuentan por decenas de miles.


Cuba instauró una dictadura comunista, Venezuela un gobierno populista con tintes autoritarios, al igual que en Bolivia, Argentina, Colombia, México y El Salvador, hoy día. Los gobiernos populistas aprovecharon la coyuntura democrática para hacerse del poder, entonces, ya acomodados en las sillas presidenciales, ejercer la autocracia.


Ahora veamos un golpe de mano exitoso.


A finales de septiembre del año 46 a.e.c. a lo largo de casi dos semanas, Julio César celebró en Roma su éxito en cuatro guerras libradas en los años anteriores: en las Galias, en Egipto, en el Ponto y en África. Cubierto con un manto púrpura bordado en oro recorrió la ciudad de Roma montado en una cuadriga y acompañado de varios carros que exhibían al pueblo el cuantioso botín conseguido. Nunca se había visto en Roma una celebración tan grandiosa como aquella.


Casi dos años después, el 15 de marzo del año 44 a.C. cayó asesinado en el Senado, víctima de una conspiración orquestada por un grupo de senadores opuestos a sus ambiciones autocráticas. Cayo Casio, Marco Junio Bruto, Décimo Junio y un grupo de más de sesenta personas, los llamados Libertadores, materializaron su funesto plan, Tilio Cimbro y Servilio Casca le asestaron los primeros golpes, a los que siguieron varias puñaladas que acabaron con su vida. Así, hubo un cambio de poder, usando el asesinato traicionero como método.





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