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Expresso Cortado

Gilberto Medina Casillas




LOS FINES DEL AYUNTAMIENTO. Voy a abordar este tema fundamental para la vida en sociedad civilizada, con base en lo establecido en el Bando Municipal de Buen Gobierno, que delimita claramente los fines que debe cumplir la administración municipal, sin excusa ni pretexto. En el fondo del gobierno municipal subyace el concepto comunidad, mismo que sustenta la praxis del servicio público en el ámbito vecinal.

En este contexto, el fin esencial del ayuntamiento es lograr el bienestar común de las personas que se encuentren en el Municipio; por lo tanto, las autoridades municipales, sujetarán sus acciones para preservar la dignidad, seguridad e integridad de las personas y, en consecuencia, respetar, promover, regular y salvaguardar el goce y el ejercicio efectivo de los derechos humanos en condiciones de equidad e igualdad. Lo cual no es poca cosa, es la vida de las personas en una sociedad organizada.

El ayuntamiento debe garantizar la seguridad jurídica con la observancia del marco normativo que rige al Municipio, y debe llevar a cabo el Bando de Policía y Buen Gobierno, fundamentalmente en funciones preventivas y de combate a los delitos comunes. Un asunto primordial, de competencia enteramente municipal, es satisfacer las necesidades colectivas mediante la adecuada prestación de los servicios públicos municipales, agua potable y saneamiento, vialidad, electrificación. Administrar el desarrollo urbano y uso de suelo, mediante la planeación, regulación, supervisión, vigilancia y ordenamiento de su territorio, a efecto de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y el adecuado y ordenado crecimiento de todos los centros de población del Municipio. Resulta indispensable que las autoridades municipales, promuevan el desarrollo de las actividades económicas con participación de los sectores social y privado, preservando el medio ambiente y asegurando la salud e higiene pública. Es de suma importancia facilitar la inscripción escolar de los habitantes del Municipio, fomentando los valores cívicos, culturales y artísticos de la población. Un mecanismo que el ayuntamiento no debe descuidar es el uso de la consulta


popular, de tal manera que garantice la libertad de expresión, la participación ciudadana y la coadyuvancia de los habitantes con las autoridades municipales. Pues bien, lo enumerado anteriormente es lo que el ayuntamiento debe hacer, sin omisión, dedicando los recursos humanos y económicos que las acciones, definidas como políticas públicas, requieren. Para lo cual debe usar herramientas de planeación y plasmar objetivos, metas y acciones, en la ley de egresos. El estado de la república que tiene mayor número de municipios es Oaxaca, con 570 municipios, esta entidad presenta una problemática peculiar, la cual voy a usar para explicar el tema de la percepción del ayuntamiento. En los municipios más pequeños, en asamblea los ciudadanos eligen a mano alzada a quien será el presidente municipal. El elegido suele irse a esconder al cerro o a un pueblo vecino pues, no solamente no sacará provecho del cargo, sino que, para solventar gastos indispensables del ayuntamiento, terminará poniendo de su dinero, deberá vender una vaca, unas chivas. Estos municipios oaxaqueños son muy pobres. Ser presidente o formar parte del ayuntamiento significa servir y no servirse del cargo para robar del erario, extraer prebendas o traficar influencias; cosas que muchos políticos ‘de a pie’, consideran, cuando llegan ‘al poder’, como un premio. Como un medio para lucrar u obtener beneficios personales. (Recuerden la película ‘La ley de Herodes’.) Ser el presidente municipal, síndico o regidor, demanda una gran responsabilidad. Honestidad y don de gentes. Los que fueron elegidos por el voto ciudadano se deben a los electores, no al partido que les nominó. Ojalá los munícipes en Coatepec, entiendan todo esto.

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