Es común ver este tipo de situaciones, en la que las personas sacan su basura después de que ya pasó el camión recolector o, en su defecto, que sacan cosas que el camión recolector no tiene autorizado llevarse. Por esto, es importante precisar lo que se puede echar a la basura doméstica, es decir de casas, negocios u oficinas; y lo que no se debe o no se puede llevar el camión recolector
Aprovechando la imagen de esta situación, que es común verla con frecuencia, Semanario ESPRESSO recurrió a la Dirección de Servicios Municipales (DSM), a cargo del Lic. Jesús Trujillo Gómez, quien, con su amabilidad acostumbrada, explicó con detalle este importante dato, que hacemos del conocimiento de la sociedad.
Explicó que existen tres tipos de basura que se generan en la ciudad: desechos o residuos domésticos, desechos de manejo especial y residuos peligrosos. Normalmente el servicio de recolección de basura en todas las ciudades se concreta a llevarse solo los de la primera clasificación, es decir solo desechos domésticos.
En los desechos domésticos, se considera la basura orgánica, papel, vidrio, latas, envases, plástico, cartón, botellas, telas, residuos de comida, PET, empaques, etc., los cuales se deben empacar en bolsas y cerrarlas perfectamente. El camión recolector se las llevará sin problema.
En la segunda clasificación, es decir en los residuos de manejo especial, se considera a los muebles, material de construcción, madera, llantas, pilas, aceites, metales, electrodomésticos y aparatos eléctricos como computadoras, licuadoras, etc. Esto no se debe echar al camión recolector, para esto existen campañas u operativos de “descacharrización” que es donde se debe aprovechar para sacar todo esto, porque se le da un trato especial.
Cualquiera de estos materiales, por su constitución, no pueden ser compactados y existe el riesgo de que traben el riel de compactación y dañen el sistema hidráulico de compresión. Es por eso que el camión recolector no se los llevará.
Finalmente, en la tercera categoría, se encuentran los residuos peligrosos. Estos requieren un trato especial que no lo puede ofrecer ningún área de Limpia Pública. Aquí entran las medicinas, desechos de hospitales, sustancias peligrosas, inflamables o venenosas que se filtren a los mantos freáticos; solventes, explosivos, ácidos corrosivos, químicos, etc. Todo esto, no se debe echar a la basura.
Finalmente, Trujillo Gómez, luego de estas precisiones, hace un llamado a la sociedad para que desde los hogares se empiece a aplicar la costumbre de separar la basura. “Esto facilita la recolección, disminuye el volumen, permite aprovechar lo orgánico y lo reciclable; además hay muchos ‘pepenadores’ que recolectan lo que pueden comercializar y se ayuda a su economía. Estamos a tiempo de educarnos en esta materia”. Concluyó.
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