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Invasión de espacios públicos: falta de cultura y de respeto


Diversas reacciones, causó la nota de la semana pasada, referente a la falta de cultura vial y a la inconciencia de conductores, por respetar espacios restringidos. Organismos y dependencias, emiten su opinión al respecto, denunciando, también, la falta de conciencia del ciudadano “de a pie” y, sobre todo, de los negocios establecidos, cuyas acciones faltan al respeto y violan reglamentos. (Foto: Tlanalapa).


Arquitectos, expertos en movilidad urbana y espacios públicos, así como elementos de Tránsito y Seguridad Vial, sostuvieron una charla informal, al coincidir en las oficinas de Semanario ESPRESSO, en torno a un café. Esta, resultó enriquecedora, llena de comentarios y apreciaciones respetuosas.


En una recopilación de los comentarios, resumiremos que la tendencia en las ciudades pobladas y en crecimiento, es disminuir los espacios para los vehículos y aumentarlos para el peatón. Dejar un solo carril y construir espacios para caminar, descansar o permanecer. Contrario al esquema actual, en el que se privilegia el automóvil, y las calles solo se reconstruyen sin modificarse, sin planeación ni diseño. Se trata de “hacer ciudad”, término que describe lugares con espacios para convivir, en todas las modalidades, que incluyen personas en silla de ruedas, carriolas, etc.


“El espacio público es para todos. Las principales funciones de las vías públicas son: mercadeo, encuentro y movilidad. Pero aquí tenemos banquetas muy angostas, y casi siempre ocupadas con anuncios, mesas, mercancías o trebejos que impiden el libre caminar de los peatones. También hay invasión al arroyo vehicular, y no hay autoridad que ponga orden”.


Es recomendable el uso de Parquímetros, para evitar que las calles se conviertan en estacionamiento de empleados, que todo el día dejan su coche y no pagan nada. Las ganancias que se obtienen, se destinan al mejoramiento de las mismas vialidades, y los vecinos que ahí viven no pagan nada. Se puede empezar con una cuadra, para ir haciendo conciencia y, así, ir avanzando. De esta manera, se conmina a la gente a usar menos el vehículo y a caminar más.


Se destaca la falta de educación elemental, de quienes infringen los reglamentos, y la falta de conciencia y de respeto, que se debe tener a los demás. “No quieres sanciones, no infrinjas las normas”; porque luego, incluso, hay hasta reacciones violentas. Caso concreto de los ambulantes, a los que se está poniendo orden.


Promueven el uso de la bicicleta, por todas las ventajas que esto representa, y que son bien conocidas. Debe haber una propuesta para instalar estacionamientos exclusivos para estos vehículos. Que no se paren en cualquier lugar.


Penalizar el uso de teléfono celular, mientras se conduce, pues esto ha generado un incremento de accidentes. Curiosamente, por el aumento en el costo de las multas por alcoholímetro, esas infracciones han disminuido considerablemente.


Sin embargo, coinciden que nada se puede hacer cuando la mala educación prevalece. Tanto los que conducen vehículos, como los dueños de negocios que ocupan a vía pública, transgreden la reglamentación establecida. Deben evitarlo como una convicción individual; es decir, motivados por valores, de otra manera, se debe proceder a sancionar para poner orden.


Finalmente, coinciden en que también es necesario contar con autoridades sensibles y con voluntad política, para atender y resolver la problemática de las calles y de los lugares públicos. "Hacer ciudad”. El orden consiste en una cultura vial y urbana, una ingeniería vial y un operativo para sancionar.


Es posible, muchas ciudades lo han logrado. Es de compromiso, es de educación, es de conciencia y de autoridad.

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