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MI OPINIÓN POR LIC. BENJAMÍN SÀNCHEZ FLORES



Autonomía Electoral o Guardián Presidencial 

De Ernesto Zedillo a Vicente Fox (del PRI al PAN), de Felipe Calderón a Enrique Peña Nieto (del PAN al PRI) y éste último a Andrés Manuel López Obrador (del PRI a Morena); este recuento nos dice que, en los últimos 20 años de nuestra vida democrática, hemos experimentado 3 transiciones del poder, en las cuales, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha sido un fiel y confiable garante en cada proceso. 

Por ello, poner en duda la credibilidad y la autonomía del INE, no solo se puede considerar un acto irresponsable, sino que refleja el reprobar, cuestionar y dudar del profesionalismo de mujeres y hombres que trabajan día a día por la democracia, así como dudar de la honorabilidad de millones de mexicanos que han participado en la organización de cada proceso electoral. 

Una vez más se consideraron como excesivas y fuera de lugar las declaraciones del Presidente López Obrador, del pasado 22 de junio durante su conferencia de prensa “mañanera”, donde volvió a cuestionar la imparcialidad, el profesionalismo y la credibilidad del INE, no solo ratificando que pertenece al Bloque Opositor Amplio (BOA) -supuesto bloque en contra del actual Gobierno Federal- sino además, cuestionando su trabajo como árbitro en la organización, desarrollo y ratificación de los resultados electorales. 

Estas declaraciones y señalamientos, sin ningún fundamento, sólo son “una ocurrencia más”; no solo por el hecho de que las 3 transiciones políticas en las últimas 2 décadas, en ninguna se ha dado muestra de irregularidades que hayan puesto en entredicho los resultados electorales; sino, además, porque el propio Presidente López Obrador fue electo con el mismo árbitro, las mismas reglas y hasta podemos decir, los mismos millones de mexicanos que votaron por él. 

El INE, es considerado el máximo Organismo Autónomo con el que cuenta el Gobierno Mexicano, con prestigio y reconocimiento internacional, al ser uno de los Institutos Electorales con mayor credibilidad en el mundo. No se puede cuestionar y dudar de servidores públicos, de su Consejo General, en el cual se encuentran los propios partidos políticos, es decir, aunque autónomo, las decisiones se toman por consenso y de manera conjunta. 

Que el Presidente de la República mencione que será él, el “guardián” de las próximas elecciones, resulta un tanto retrógrada, ya que la historia electoral de nuestro país nos ha dado variados ejemplos, muy desafortunados, con personajes “dictatoriales” que se encargaban de regular y operar las elecciones a su modo; por lo que combatir y desaparecer estas prácticas, ha sido justamente uno de los propósitos que dio origen al INE, propósito que ha ido fortaleciéndose en el tiempo. 

Lo que el año próximo está en juego, no es cualquier cosa, se trata de la integración de la Cámara de Diputados, 15 Gubernaturas, 29 Congresos Locales y una cantidad importante de Presidencias Municipales; por lo que la implicación de los resultados va mucho más allá, ya que de ellos depende, la continuidad o tropiezo de la “Cuarta Transformación”, como proyecto político, electoral y de gobierno del Presidente Andrés Manuel que ha tratado de instaurar en nuestro país. 

Se requiere de una reforma electoral basada en valores de equidad, donde partidos y ciudadanos participen en igualdad de circunstancias en cada proceso electoral. A la vez, se requiere fortalecer y transparentar la fiscalización electoral, con el fin de tener claras las fuentes de financiamiento y los recursos que son erogados en cada proceso electoral. En resumen, se requiere de una transformación del INE, con personal profesional y altamente comprometido con la democracia, que permita fortalecer y ganar la credibilidad de su papel como árbitro. Por lo que debemos estar a favor de una Autonomía Electoral y no de tener un Guardián Presidencial.


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