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Neolaía

Por: Alexa Pozos


Ansiedad en adolescentes.- Cada vez un mayor número de personas, incluyendo a los jóvenes, experimenta sentimientos de ansiedad de vez en cuando. La ansiedad puede describirse como un sentimiento de inquietud, nerviosismo, preocupación, temor o pánico por lo que, imaginariamente, está a punto de ocurrir o puede ocurrir. Mientras que el miedo es la emoción que sentimos en presencia de alguna amenaza. Es natural que ante situaciones nuevas, desconocidas o que suponen un desafío, se produzcan sentimientos de ansiedad y nerviosismo. En el caso de nosotros los jóvenes, tener que enfrentar un examen, una fecha especial o una presentación importante para la escuela, puede desencadenar una ansiedad normal. Aunque estas situaciones no representan una verdadera amenaza para la seguridad de la persona, pueden hacer que alguien se sienta amenazado por la posible vergüenza, preocupación por cometer un error, por no adaptarse a la situación, por enredarse con las palabras, por ser aceptado o rechazado etc., un sin fin de situaciones. Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los problemas de salud mental más comunes. Afectan a personas de todas las edades, incluidos los adultos y hasta los niños, pero más en adolescentes. Hay muchos diferentes tipos de trastornos de ansiedad, con síntomas diferentes, sin embargo, todos tienen una cosa en común: la ansiedad se presenta con demasiada frecuencia, es demasiado intensa, es desproporcionada respecto a la situación del momento e interfiere en la vida diaria de la persona y en sus emociones. Para aquellos que sufren trastornos de ansiedad, los síntomas son que pueden sentirse extraños y provocarles confusión al principio. Para algunos las sensaciones físicas pueden ser fuertes e inquietantes, para otros los sentimientos de miedo pueden presentarse sin ninguna razón aparente que pueda hacerles sentirse asustados o desprotegidos. Las preocupaciones constantes pueden hacer que una persona se sienta abrumada por cualquier pequeña cosa, todo esto puede afectar a la concentración, la confianza, el sueño, el hambre y el aspecto. No hay una cura para la ansiedad, pero si un tratamiento. Se debe acudir a profesionales de salud mental o a terapeutas. Un terapeuta puede estudiar los síntomas que presenta una persona, diagnosticar el trastorno de ansiedad específico e idear un plan para ayudar a que la persona encuentre alivio. Ante cualquier síntoma antes mencionado, acude con un profesional. No estamos


solos. La ansiedad tiene solución. Sobre todo cuando la atiende alguien que nos entiende y tiene la capacidad ética de orientarnos. La vida es maravillosa y es para disfrutarla…


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