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Neolaía - Por Darbien Elihú Miramontes

La idea de no tener una idea


Nuevas ideas


Es rara la cuestión, paradoja o lo que sea de una frase que es muy sencilla: “No pienses en un elefante rosa”; cuando alguien lo menciona lo primero que viene a nuestra mente es un elefante de color rosa, es pensar, lo que NO tenemos que pensar.


Así funcionan de manera tan peculiar las ideas, son un caudal que lleva tiempo fluyendo, que abrasa la brisa en su curso para caer en la sequía del silencio, esas ideas que llegan en el momento menos esperado, en ocasiones en el menos necesitado.


Así son las ideas; podemos creer que son la función de varias conexiones eléctricas entre neuronas que suceden en el cerebro, en más de una parte del mismo y que son aleatorias, pero, irónicamente son “pensadas”. Son inducidas por nosotros, para pensar; existo y luego pienso, pienso y luego existo, existo sin pensarlo, o pienso sin existir.


Paradoja. Las ideas son pensadas y cuando no quieres pensarlas están ahí, las ideas crean pensamientos, los pensamientos explotan y crean ideas. ¡UN CICLO!


Esa son las cosas que pasan en todo el mundo y a todos dentro de él. Escarbamos en lo más profundo de nuestro ser buscando una idea, pero nada de nada, silencio, vacío, absolutamente nada. Ah, pero cuando no buscamos ideas, cuando estamos a punto de dormir, llega la inspiración y se nos aparecen las 9 musas a narrar todas sus ideas.


Es difícil tener ideas, aun más es pulirlas, lo importante llega a ser que aprendas a valorarlas por lo que son, son tuyas y son ideas que creaste con esfuerzo, con creatividad, con pasión. Tal vez algún día se las lleve el viento o la marea, pero al menos alguien las verá y con ellas forjará sus nuevas ideas.




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