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Neolaía - Por Darbien Elihú Miramontes Rivas


Los mártires.-


Era hace mucho tiempo, cuando los reyes gobernaban y las personas buscaban las repuestas de la vida en algo más que humano, un grupo de 3 personas que por destino o azar quedaron juntas en una aventura, estos seres desde que nacieron fueron dotados con grandes dones, eran conocidos como los mártires, ya que, para equilibrar la balanza del universo al obtener su don perdían un sentido.


El primer Mártir tenía la facultad de ver el futuro, de conocer los actos que provenían del mañana, pero a consecuencia de ello nació sin la vista. El segundo mártir tuvo la capacidad de contener todos los conocimientos que pudiera aprender y jamás olvidarlos, su mal fue el no poder hablar jamás. Y por ultima la tercera del grupo, fue dotada con la habilidad de curar cualquier mal que se le presentara de frente, aunque ella no podía oír absolutamente nada.


Día con día este grupo recorría partes de las ciudades ofreciendo su apoyo a todos los que se toparan en su travesía; no buscaban nada en específico, solo ayudar y ser ayudados. Entre ellos mismos cumplían la función del lenguaje, cada uno era un traductor para su causa.


Una mañana que pasaban el asilo en una casa de una noble persona, los Mártires fueron despertados por la angustia de su compañero; era una visión, que iniciaría todos sus problemas. La visión consistía en que: “El rey mandaría a ejecutar a cada uno de los mártires, mientras que uno quedaría vivo, pero perdería alguno de sus otros sentidos, uno silenciado y el otro degollado”. Alarmados por esta premonición comenzaron a planificar para evitar su fatídico destino. Su plan consistía en visitar al rey y antes de que el mismo rey deseara la muerte matarlo a él, enfermarlo y al estar a solas con él hacer parecer que había fallecido extrañamente.


Como habían planeado fueron a visitar al rey con la promesa de varios obsequios para exaltar a su majestad. A la hora de estar en presencia de su majestad los tres mostraron un regalo conveniente por su visita. El primero ofreció una visión falsa de que su reino se llenaría de prosperidad y que las guerras que lo azotaran darían una victoria para él y su descendencia; el segundo mártir le dio semillas de un fruto con la falsa promesa de al comerlas obtendría gracia para gobernar, aunque esto era mentira, ya que con ellas planeaban envenenarlo. Y por último, la tercera mártir dio su disposición para cuando él estuviera enfermo. Dejando los tres regalos se retiraron esperando la futura llamada del rey.


Tal que se previó, el rey convoco a la mártir para que atendiera la enfermedad que acababa de contraer, en un suspiro ella cumplió su misión, entro a la habitación, y sin dejar rastro solo salió a anunciar la muerte del rey. Sin dar marcha atrás y evitar las consecuencias de su crimen, los 3 se separaron y buscaron una nueva vida lejos de entre sí. Lamentablemente pudieron huir del futuro.


Uno por uno, en sus nuevas vidas, fueron cazados y asesinados, acusados de brujos o de pactos malditos. El primero en morir fue el mudo, ya que no pudo justificar su don, fue ahorcado; el segundo en ser atrapado fue la mujer sorda, pero se perdonó su muerte a cambio de cortarle la lengua, así se convirtió en la curandera de la cuidad, esclava sin su libertad. Y el último atormentado por todos los sucesos fue a confesar su pecado, el nuevo rey al notar esto tomó su espada y le designo que no moriría a cambio de una profecía, al ser dicha el ciego notó que era la misma que le había dado al rey “su reino se llenaría de prosperidad y que las guerras que lo azotaran darían una victoria para él y su descendencia” Sabía lo que había hecho, estaba parado frente al hijo del rey que ayudó a matar, solo agachó su cuerpo mientras una espada cortaba su cabeza.




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