Tras la apertura de las calles de Melchor Ocampo y la primera de Miguel Rebolledo, al concluirse su rehabilitación, dichas obras fueron objeto de algunas críticas por parte de la ciudadanía, cuestionando la calidad de la obra. Profesionales de la construcción, emiten su opinión respetuosa, respecto al diseño de ciudad que se debería buscar, dejando de lado las rehabilitaciones y fijándose más en el diseño.
El Arq. Fabián García Estrada, especialista en urbanismo y movilidad humana, con amplia experiencia en diseños de espacios en diferentes ciudades del mundo, explica con detalle: “Mira, hay dos maneras de ver la obra pública: desde el punto de vista técnico y desde la perspectiva del diseño. En el primer caso, quiero ser respetuoso con la empresa que realiza las obras y con sus trabajadores, pues están sujetos a órdenes. Pero en cuestión de calidad, todo es medible, tasable y calculable. Una manera de medir la calidad, sería que la autoridad las inaugurara y las recorriera en silla de ruedas. Eso sería una prueba superior”.
El urbanista precisa: “Pero lo que quiero subrayar y destacar es que, hacer ciudad es rediseñar el espacio público. No solo reparar lo que ya está. Hacer banquetas o tapar baches no es ver a futuro. El espacio es para todos, las calles deben tener la capacidad de albergar peatones, comercio, vehículos, discapacitados, sillas de ruedas, mascotas, músicos, etc. La tendencia mundial es: banquetas amplias y no estacionamiento de autos. La propuesta es rediseñar calles, ampliar áreas peatonales; poner jardineras, áreas libres; dar preferencia al peatón”.
García Estrada, prosigue: “Mira Jiménez del Campillo, es una calle muy amplia; caben cuatro carriles. Alguna vez propusimos destinar dos al peatón. Es una calle obesa, ve como se estacionan en doble fila los autos. Pudiendo tener áreas para el turismo. Desde luego es una visión de futuro, de turismo andante”.
El también especialista en movilidad humana, explica: “Alguna vez un alcalde quiso cerrar el centro histórico y se encontró con seria oposición, iniciando por los taxistas. Pero, llega mucho turismo y solo puede caminar en fila, por lo angosto de las banquetas que, además, están invadidas. La ciudad llena de coches. No hay diseño, solo rehabilitación sin planear nada. La tendencia mundial es dar espacio para caminar, se debe peatonalizar”.
“Te lo voy a explicar en términos de economía: obviamente los reglamentos y el ciudadano está en contra del ambulantaje. Es cierto que hay que ordenarlo. Pero, por ejemplo, si en una calle pasan 10 personas por minuto, con una banqueta amplia pasarán 50 personas por minuto, y la economía depende del peatón. Los negocios establecidos venden más. Mejor economía, está comprobado”.
“Por otro lado: Nunca va a haber espacio suficiente para coches. No tenemos la cultura de usar estacionamiento. Ve Melchor Ocampo, apenas la abrieron se saturó de coches estacionados que no pagan nada. Por eso, en algunos casos, son recomendables los parquímetros, para administrar los espacios. Las ganancias se aplican a la misma calle. Ve actualmente, las calles las ocupan de estacionamiento los empleados del ayuntamiento, maestros de escuelas, empleados de bancos, etc., y nadie paga. No caminan, aunque vivan cerca”.
Para concluir, precisa: “Es mi opinión y es muy respetuosa, pero la administración y optimización de espacios públicos, privilegiando a la gente, debe ser prioridad. Se ha incorporado al diseño urbano la ciencia humana. Anteponer la convivencia y la movilidad de los seres humanos con seguridad y con espacios de esparcimiento. Bueno sería que alguna administración considerara este diseño, que lo han implementado, con mucho éxito, algunas de las ciudades más progresistas del mundo”. Concluyó.
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