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Nutrición Express - El tamal

Por Mirna Luna





Como parte de las tradiciones y costumbres de nuestra región, festejamos en días pasados el Día de la Candelaria en la que los tamales son los principales anfitriones. Provenientes del náhuatl ‘tamalli’, que significa envuelto, es un plato de origen mesoamericano típico de nuestro país. Aunque existen distintas maneras de prepararlos, el maíz es el ingrediente básico en la mayoría de ellos.


Desde nuestra cultura, el tamal se considera como una comida tradicional, ampliamente presente en la dieta de nuestros ancestros. En parte, debido a sus aportes nutricionales y a las grandes ventajas que ofrecía como fuente de energía, ágil almacenamiento, mayor tiempo de duración y gran facilidad para ser transportado.


De esta forma, el tamal se convirtió en un alimento base para la población, e indispensable para las personas que debían realizar grandes travesías. El alimento aparece en la dieta cotidiana y además de tener un contexto festivo, ya que también se utilizan como ofrenda en las fiestas religiosas de nuestros antepasados.


México cuenta con una gran variedad de estilos de tamal, ya que cada región tiene su propia versión. Se distinguen por la envoltura, el tipo de masa, el tamaño y el relleno, el cual puede ser de verduras, frutas, algún tipo de proteína como carne, pollo, camarón, frijol, queso o simplemente se preparan con salsa o frijoles. En algunos casos no llevan relleno y son sustituto de la tortilla.


Se puede decir que el tamal es una de las primeras recetas que los seres humanos elaboraron. El mayor secreto está en el método de preparación y la nixtamalización de la masa, como parte fundamental del proceso.


La nixtamalización de la masa, desde tiempo atrás, consistía en cocinar el maíz con ceniza o cal para suavizar la cáscara y así moler el maíz. En términos nutricionales, la cal aporta calcio; un componente que además lograba permanecer en todas las demás recetas a prepararse, como las tortillas o el tamal.


Son un alimento muy calórico por su alto contenido de carbohidratos y grasa. De ahí que sea uno de los desayunos predilectos de los trabajadores de la construcción, quienes requieren de alimentos energéticos para soportar la jornada.

De acuerdo al Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes (SMAE), cada 100 gramos de tamal aportan, en promedio, 250 calorías y 15 gramos de grasa que equivalen a tres cucharaditas de manteca.


Los tamales no son alimentos prohibidos, el uso de productos industrializados y saborizantes artificiales han hecho que su valor nutricional vaya decayendo. Pero la clave para su consumo está en la moderación y adecuarlos a los requerimientos del día.


Para ello es recomendado que se utilicen como plato fuerte en un tiempo de comida, cocinarlos con ingredientes naturales y frescos y mantener una dieta balanceada el resto del día. Cualquier platillo cabe en nuestra alimentación sabiéndolo racionar.




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