top of page

REFLEXIONES

Por Héctor Hernández Parra.


La reforma eléctrica implica nuevamente actualizar la Constitución General de la República, volverla a manosear para retornar al monopolio por parte del Estado, a pesar de que está comprobado que en esas manos creció la ineficiencia, la corrupción sindical y gubernamental.


Esta propuesta es un severo viraje al pasado. Una trampa mañosa orquestada por el Director General y su equipo de asesores, confundiendo al mandatario federal y a los legisladores, quienes repiten como loros las sandeces, como creer que la soberanía nacional debe tener forzosamente un sentido de pertenencia gubernamental y que los monopolios del petróleo y la electricidad deberán estar cubiertos con las imágenes de Tata Lázaro y del ex presidente López Mateos, en su momento queridos por el pueblo, y ahora presentados con videos color sepia, banderitas y música nacionalista ya sea el Huapango de José Pablo Moncayo, la Noche de los Mayas de Silvestre Revueltas o la Sinfonía India de Carlos Chávez; recursos sonoros que nos llegan al corazón. Seguramente con imágenes captadas por Luis Mandoki o Epigmenio Ibarra compinches y beneficiados privilegiados.


Los legisladores deberán estar enterados que el pago del servicio de la deuda de PEMEX y del costo de las importaciones de los derivados del hidrocarburo representan una enorme salida de dólares superior a lo obtenido por las exportaciones. El pueblo propietario de todo, la industria y los yacimientos, debe estar enterado de que la balanza petrolera es negativa, es mayor el dinero que paga el gobierno por las pérdidas de PEMEX y por las pensiones de los jubilados que los recursos que lo que PEMEX aporta a la riqueza nacional.


El Presidente no dice nada respecto al silencio en torno al poderoso líder Carlos Romero Deschamps ícono de la corrupción quien no ha perdido la consideración presidencial.


Por otro lado los costos en la generación de la energía eléctrica son de más del doble de lo que invierten las empresas privadas.


Los privilegios concedidos a los trabajadores sindicalizados, a los altos funcionarios de la paraestatal quienes obtienen jugosos contratos a través de empresas asignadas directamente a parientes o familiares, realmente descapitalizan a la industria.


Por cierto, no hemos sabido si Bartlett y su equipo han logrado cancelar las conquistas laborales de SUTERM con la facilidad con que logran convencer a empresarios e inversionistas extranjeros.


Debemos considerar el aspecto político, es urgente para el Presidente y sus correligionarios obtener el logro, que será un argumento de peso para la campaña permanente que el tabasqueño hará, antes de la revocación de mandato.


Correo electrónico hectorhernandezparra77@gmail.com



Comments


bottom of page