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REFLEXIONES


Por Héctor Hernández Parra


Comparto con aquellos que leen estas líneas, la emoción de leer algunos textos que satisfacen el placer de la lectura y que en ciertos momentos nutren de conocimientos y de experiencias. Desde la secundaria descubrí la hermosa pasión por los libros.


Fue el maestro Ricardo García Quitano quien nos persuadió a leer un libro al mes iniciando con el Poema de Mio Cid; así conocimos textos de Gustavo Adolfo Bequer, Amado Nervo o Emilio Salgari. Con esta motivación comencé a leer por placer El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. Vi por televisión una entrevista de Jacobo Zabludowsky a Gabriel García Márquez sobre su libro “Cien Años de Soledad”; desde luego con la emoción adquirí el libro de la Editorial Sudamericana y descubrí una obra maestra.


Posteriormente me enteré que la editorial de la Universidad Veracruzana ya le había publicado algunos cuentos entre ellos “Los funerales de Mamá Grande” y que precisamente en 1975 se filmaba una película basada en esa obra, “La Viuda de Montiel”; en la casona que está junto a la capilla en San Marcos de León. Supuse que ahí podía encontrar al Gabo y conocerlo en persona. Así, entre equipo de filmación, extras y técnicos, vi a la distancia a quien más adelante recibiría el premio Nobel de Literatura.


En casa, mi papá me propuso leer un viejo libro de aventuras llamado “Alrededor del Mundo”; un recorrido por el globo terráqueo y un ejercicio para conocer la Geografía Física y Humana, conocer lugares, las Maravillas del Mundo, personajes,

destacando aquel encuentro del misionero explorador David Livingstone con el periodista anglo inglés Henry Morton Stanley, en las inmediaciones del lago Tanganica y el nacimiento del río Nilo. Este relato nos lo transmitió con la misma emoción que lo aprendió en la escuela cantonal Benito Juárez. Actualmente conservo ese libro de texto con el que los niños aprendían lecciones de Historia Universal, Geografía y perfeccionaban la lectura.


Otra joya que en mi niñez tuve la oportunidad de leer fue una obra costumbrista “El Periquillo Sarniento”, escrito por José Joaquín Fernández de Lizardi. Una narración donde se describe la vida de un vagabundo aprendiz de todo y oficial de nada que tuvo varios oficios y cientos de ocupaciones. En esta obra se describe al México de la época de la colonia, las clases sociales, la pobreza, la opulencia, el contraste social, la presencia de la miseria, el hambre, la corrupción en todos los niveles y en las diversas situaciones del acontecer nuestro.


Una invitación a disfrutar de uno de los pocos placeres gratuitos a los que podemos acceder.


Correo electrónico hectorhernandezparra77@mail.com







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