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REFLEXIONES - Por Héctor Hernández Parra



Hay situaciones difíciles por las que atravesamos y como respuesta experimentamos sensaciones de tensión, nerviosismo y preocupación. En ciertos momentos cuando la calma y la serenidad regresan a nosotros, reposadamente realizamos una valoración que nos permita obtener conclusiones.


La Dra. Marian Rojas Estapé, Psiquiatra, nos ofrece una obra valiosa y necesaria llamada “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”. En repetidas ocasiones buscamos generar ideas que nos permitan conducirnos de la mejor manera. Con la lectura de esta obra, imaginamos un viaje por nuestro cerebro a fin de conocer y aprender el manejo de nuestras emociones.


La búsqueda de la felicidad en uno de nuestros fines, aunque un cierto porcentaje de la población se encuentra bajo tratamiento que se relaciona con la solución de problemas de autoestima, generalmente relacionamos a la tristeza y la melancolía con el concepto de dolor.


Con el paso del tiempo asimilamos la etapa de sufrimiento y aprendemos que de esa manera llegaremos a superar nuestras limitaciones. La autoestima posicionada en un alto nivel nos conducirá a la Felicidad.


Se nos ha dicho que un antídoto para el sufrimiento es el amor, podemos seleccionar diversos grados de amor, motivaciones que nos producen afecto o reacciones sentimentales graduales, por ejemplo la autoestima o sea el amor a uno mismo, el amor a la pareja, el amor a los amigos, a nuestros compañeros de escuela que son fieles testigos de nuestra evolución partiendo de la etapa escolar cuando carecíamos de conocimientos, el amor a los hijos, el cariño familiar a nuestros padres y nuestros hermanos; nuestra parte afectiva representa un espacio importante de nuestras pertenencias que nos generan recuerdos ligados a elementos físicos y sensoriales como un perfume, un poema, una melodía.


La recomendación de profesionales en las ciencias de la conducta es “dar mantenimiento” a nuestras relaciones humanas, hablar con los nuestros, estimular el cariño, ser más tolerantes, practicar la empatía, la resiliencia, el respeto a la diversidad de criterios, evitar la crítica destructiva, alejarnos de la maledicencia, buscar personas ‘vitamina’, desmarcarnos de la mentira; está comprobado que nuestro organismo reacciona al practicar conductas negativas.


La depresión tiene efectos inflamatorios en el cerebro, ya que los niveles de citoquinas se incrementan peligrosamente y modifican su función reguladora e inmunológica.


Se nos recomienda por nuestro propio bien sanar las heridas del pasado, hacer un ejercicio de regresar al pasado y curar viejas heridas por medio del perdón.


Sabiamente prepararnos para vivir la felicidad plenamente, liberar ciertas ataduras, darnos permiso para ejercitarnos físicamente, bailar alegremente, liberar al poeta que llevamos dentro, reencontrarnos espiritualmente según sea nuestro credo, aprender a tocar un instrumento para liberar nuestro talento musical.


Marian Rojas Estapé nos propone leer este apasionante libro. Nunca es tarde para volver a empezar.


Correo electrónico hectorhernandezparra77@gmail.com

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