El pasado miércoles 5 de julio, se hizo pública la renuncia de 13 elementos de la policía municipal de Cosautlán, debido “a las malas condiciones y el ambiente insano” que, señalan, ha generado el director, Jorge Musso Chaga, quien funge como delegado desde que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), tomó la responsabilidad de manejar la fuerza pública.
Antes de que los elementos dejaran esta agrupación, el lunes 3 de julio, la Comandancia Municipal fue baleada, cerca de la medianoche. Las acusaciones en contra de Musso Chaga son por acoso sexual, laboral y hostigamientos. Desde noviembre del año pasado fue enviado, junto con otros tres elementos, por la SSP.
Una de las policías que presentó su renuncia, declaró que Musso los hacía sentir poca cosa, y que incluso sufrió explotación laboral, ya que reiteradamente la dejaba en las guardias; y manifestó que abusó sexualmente de ella e intento violarla. Por ese motivo, fue enviada a la Unidad Integral de Procuración de Justicia de Coatepec.
La tarde del 4 de julio, otro ex oficial, un joven de ese municipio, acudió a las oficinas centrales de la Fiscalía General del Estado (FGE), para interponer su denuncia, ya que sufrió agresiones físicas y amenazas por parte del mismo funcionario.
“Estuve detenido como cinco o seis horas y todo el tiempo estuvieron golpeándome. La denuncia fue por agresión y amenazas del comandante de la policía, me dijo que no mencionara nada de lo que había pasado, porque ya tenía ubicado dónde vivía mi papá y mi familia, y que ellos iban a pagar si yo hablaba”, comentó.
También se señaló que Musso, presuntamente, gusta de extorsionar a la ciudadanía, no sólo con dinero en efectivo, también quitando armas de fuego. En el caso del cobro de multas, dijo que el destino no es claro.
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