Es entendible la molestia de conductores cuando la grúa se lleva su coche por estar mal estacionado. Es recurrente que los ciudadanos muestren su molestia ante el acecho y empleo de las grúas. Lo cierto es que estas grúas no tienen por qué actuar cuando se respetan las normas viales.
Hay muchos vehículos mal estacionados, en lugares que están restringidas, como lo marcan las mismas señales. Se invaden zonas peatonales, se obstruyen rampas para discapacitados, se bloquean entradas a cocheras, etc.; sin embargo, muchos conductores toman la decisión de hacerlo.
Evítese las molestas vueltas a la Delegación de Tránsito, a que le den su infracción, que desde luego está sustentada con fotos que demuestran que se actuó conforme a los reglamentos. Porque, si bien es cierto que las grúas son empresas privadas que prestan el servicio a Tránsito, siempre hay la presencia de un oficial acreditado de la Delegación para hacer valer el reglamento.
Evítese tener que acudir a Hacienda de Estado, al banco; tener que cubrir el pago del arrastre y del corralón, en el que se va a gastar entre 600 y mil pesos, dependiendo del tiempo que permanezca encerrado el vehículo. Vueltas, pagos y más vueltas, que pueden evitarse.
Las normas se hacen valer, por parte de la autoridad, y eso es lo adecuado. De parte de los ciudadanos, corresponde respetarlas.
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