Luego de que la sociedad coatepecana, aplaudiera y reconociera la medida tomada por el Ayuntamiento, el pasado 21 de marzo, de retirar la desmedida invasión de vendedores ambulantes que ocupan las banquetas de la calle Lerdo, en la zona del mercado municipal; trasciende que solo fue un acuerdo de dos días, pues el jueves, nuevamente, se volvieron a instalar, como una verdadera burla a la ciudadanía.
Como se dio a conocer en diversos medios, el pasado martes 21 de marzo, la zona de mercado, concretamente en la calle Lerdo, amaneció despejada y sin vendedores ambulantes, que han mantenido invadida esta calle. Las banquetas lucieron limpias, despejadas y sin vendedores, lo que permitía que los peatones pudieran transitar, como es debido, libremente y sin obstáculos.
Triste decepción, que es tomada por los ciudadanos como un insulto a la inteligencia. Pues “representa una burla”, el hecho de que sólo fue un acuerdo para que se retiraran dos días y luego se volvieran a instalar. Eso obedecía a dos razones: la primera, es que alumnos y maestros de la escuela “Benito Juárez”, realizarían, ese día, una manifestación pacífica, para exigir a las autoridades que brinde seguridad, pues dicho plantel fue robado, recientemente, causando un severo daño económico. La segunda razón obedece a que, los locatarios establecidos del mercado Rebolledo, han estado presionando para que les retiren la competencia desleal, que representan los ambulantes. Ese mismo día, serían recibidos a las 11am, en el palacio.
Trascendió que, esas dos razones, obligaron al ayuntamiento a dar una mejor cara, aparentando el desalojo, sin violencia, de los vendedores del centro. Así, se dio la manifestación de alumnos, en la que el alcalde se comprometió (sic) a hacer labor de la fiscalía, “a detener a los responsables”. Y así se recibió a los locatarios del mercado, en una reunión sin resultados, pero con las calles despejadas, aparentando que ya les habían retirado la competencia desleal. Todo eso era una burda farsa.
El pasado jueves, 23 de marzo, como ironía y burlándose de la autoridad inexistente y de la ciudadanía decepcionada, los vendedores ambulantes nuevamente se instalaron en la calle Lerdo y en la zona del mercado (“pero son menos y en orden”), invadiendo banquetas y espacios públicos, apoyados por los mismos inspectores de comercio, mostrando que son más poderosos y sagaces que la indolente autoridad.
Sectores sociales se manifiestan, con decepción y coraje, por esta burla absurda y ridícula que el alcalde muestra a la ciudadanía. Exigen que Raymundo Andrade asuma su papel y ponga orden en este y en otros muchos problemas que siguen sin ser atendidos. Refieren que la pasada administración sí pudo, demostrando que es cuestión de voluntad. Esta se ha mostrado incapaz.
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