La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) anunció el jueves 13 de junio el fin del fenómeno de "El Niño". Este fenómeno, que calienta ciertas áreas del Pacífico central, ha contribuido a un aumento de las temperaturas globales y, junto con la crisis climática, ha provocado condiciones meteorológicas extremas.
Actualmente, el mundo se encuentra en una fase neutral con respecto a la oscilación natural de El Niño/Oscilación Austral, que influye en los patrones meteorológicos a nivel mundial. Durante esta fase, el clima tiende a acercarse a los promedios a largo plazo o a la normalidad, algo que no ha sido común en tiempos recientes, comentó Michelle L’Heureux, científica física de la NOAA y principal pronosticadora del equipo ENSO de la agencia. "Sin embargo, es probable que esta situación no se mantenga", añadió.
L’Heureux indicó que existe un 65% de probabilidades de que "La Niña", un enfriamiento de las mismas regiones del Pacífico que suele tener efectos opuestos, se desarrolle en los meses de julio, agosto y septiembre. Uno de los principales efectos de "La Niña" es que tiende a intensificar la temporada de huracanes en el Atlántico, cuyo pico ocurre en agosto.
“La alta probabilidad de que se desarrolle 'La Niña', junto con las temperaturas récord de la superficie del mar, es la razón por la cual el Centro Nacional de Huracanes anticipa una temporada de huracanes extraordinaria”, explicó Kathie Dello, climatóloga estatal de Carolina del Norte. “Estados desde Texas hasta Maine están tomando medidas para prepararse para un año activo”.
Además del fin de este fenómeno, y luego de 40 días de calor extremo, la Secretaría de Protección Civil emitió una Alerta Gris ya que se espera que en los próximos días se experimente un temporal lluvioso en la entidad. Principalmente a partir de este sábado 15 de junio, con lluvias de 50 a 70 litros por metro cuadrado en las cuencas del Papaloapan, Coatzacoalcos y Tonalá.
Durante lunes y domingo se espera que se alcancen valores de entre 70 a 150 litros por metro cuadrado, en las cuencas del centro y sur de Veracruz, así como en los límites de Puebla y Oaxaca. Debido a las condiciones extremas que se experimentaron en días pasados, puede haber un incremento en la probabilidad de deslaves, derrumbes y deslizamientos, por lo que se exhorta a la población a monitorear el cauce de ríos y arroyos, así como a mantenerse al tanto de cualquier aviso de las autoridades o PC.
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